El dodo vivió tranquilo y feliz durante millones de años en Isla Mauricio. Los holandeses lo extinguieron en solo 60 años. 400 años después, la startup Colossal se dispone a desextinguirlo. Pero es una tarea titánica.
El dodo era un enorme pájaro, de un metro de altura, con un gran pico robusto que usaba para partir los cocos. Sus alas estaba atrofiadas, y no podía volar. Era endémico de Isla Mauricio. Fue descubierto por los marinos holandeses en 1598. Enseguida comenzaron a cazarlos y a comerse sus huevos, que ponían en el suelo.
Estos marineros trajeros en sus barcos perros, cerdos, y especialmente ratas, que se comían sus huevos. En 1662, el dodo se extinguió. Había vivido millones de años en la isla, pero los humanos lo aniquilaron en 60 años.
Apenas se conservan restos del dodo, solo huesos sueltos de diferentes ejemplares. Por suerte existe un esqueleto con ADN de gran calidad, perteneciente al Museo de Historia Natural de Holanda. Puedes verlo aquí:
Gracias al ADN de estos restos, científicos de la Universidad de California han conseguido completar su genoma.
Y ahora, la empresa Colossal, la misma que está intentando desextinguir al mamut, va a dedicar un presupuesto de 150 millones de dólares a desextinguir al dodo.
Existe siempre un dilema ético sobre si tenemos derecho a “resucitar” especies extintas. Pero una cosa son las especies que se extinguen por su cuenta, y otras las que han sido cazadas hasta la extinción por los humanos. Hay innumerables casos. Desde el propio dodo, el mamut, el reciente rinoceronte blanco del Norte, o el tigre de Tasmania.
En estos casos, quizá sí sería una obligación desextinguirlos, si la ciencia lo permite. Pero el dodo es mucho más complicado que los mencionados mamíferos. El problema con las aves, es que aún no conocemos al 100% su mecanismo reproductivo.
Aún así, los científicos de Jurassic Par… perdón de Colossal, ya estan preparando un posible método para conseguirlo, con ayuda del pariente genético vivo más cercano al dodo: la paloma de Nicobar. También es endémica de Isla Mauricio, y está en peligro de extinción:
La idea es utilizar células germinales primordiales (CGP) provenientes de la paloma de Nicobar, que inyectarán con el genoma del dodo, y lo insertarán en el huevo de una gallina.
Es una técnica que es difícil que salga adelante, pero si lo consiguen, no solo podría desextinguir al dodo: también salvar de la extinción a aves con muy pocos ejemplares.
Seguiremos con atención este importante intento de resucitar al dodo. Quizá antes de lo que pensamos, podremos volver a verlo correteando por los bosques de Isla Mauricio.