Por : Roberto Canaan
El pasado 12 de junio, se dio a conocer una importante declaración conjunta entre tres reguladores bancarios estadounidenses –la Reserva Federal (Fed), la ‘Federal Deposit Insurance Corporación’ (FDIC, organismo federal que garantiza los depósitos bancarios) y la Office of the Comptroller of the Currency, en la que informaron de su propuesta de cambios a las reglas de capitalización actuales. Estos ajustes, de implementarse, entrarían en vigor a partir del 1 de enero de 2013.
Entre las reglas a reformar está una fundamental: que el oro sea clasificado como “activo de riesgo cero”, a nivel del efectivo y los bonos del Tesoro, por ejemplo. (Aquí el comunicado íntegro, http://1.usa.gov/LCEfQM del que se recomienda revisar sus anexos). Actualmente la ponderación de riesgo para el oro es de 50 por ciento. El punto fundamental en el planteamiento de estas agencias, es que la clasificación de riesgo cero, aplicaría solo a “lingotes de oro mantenidos en bóvedas propias de la organización bancaria, o bien en bóvedas de otra institución de depósito en forma asignada…”O sea, siempre que se tenga derecho sobre barras específicas y localizadas, no oro papel.
La tenencia de oro solo en papel, y no sobre lingotes con número de serie conocido en bóvedas determinadas, estará siempre expuesta a un impago a causa del sistema de reserva fraccionario con que operan los llamados Bullion Banks (bancos especializados en metales preciosos). Un oro 100 por ciento en riesgo, más que una protección, según vemos.
De ahí que la regla número uno de inversión en oro y plata, sea que el que tiene la posesión material del metal, es en realidad su dueño; los demás, los que tienen certificados de lingotes de oro, tienen solo una promesa de entrega. Por eso, se equivocan los inversores de todo tipo, desde los pequeños hasta bancos centrales (como el propio Banco Central de la Republica Dominicana), que desprecian la importancia de la ubicación física de sus reservas áureas en lingotes físicos.
En medio de la gran crisis mundial que nos ha tocado vivir, y mientras atravesamos una etapa correctiva del famoso dúo de metales preciosos (oro y plata), queda claro que su mercado alcista dista mucho de terminar, pues sus fundamentos además de sólidos, se seguirán multiplicando de concretarse estas propuestas. ¿Quién quiere correr riesgos innecesarios con la endeble situación financiera de Europa, y la inevitable crisis fiscal de Estados Unidos? La respuesta no es difícil de encontrar, como tampoco el refugio al que tarde o temprano, todo mundo habrá de ir.
Mejor sería que la Barrick Gold nos pague un porcentaje en lingotes de Oro y no todo en dólares inorgánicos. Las reservas del Banco Central deberían estar en lingotes de oro y no en dólares.
Clúster Minero Dominicano SRL
Lic. Roberto Canaán
Presidente