En los últimos años el minimalismo se ha puesto de moda en un mundo hiperconsumista. Incluso algunas personas se ganan (o han ganado) la vida abogando por ello, como es el caso de la japonesa Marie Kondo, la cual ha asegurado en más de una ocasión cosas tan polémicas como que no hay que tener más de 30 libros en casa. La tendencia ha cambiado y el exceso kitsch, que quizá antes se consideraba la muestra del lujo, ha cambiado por lo sobrio y lo austero.
Si estás tratando de convertir tu hogar en un sitio mucho más minimalista, eso no quiere decir que tengas que tirar todas tus cosas, pero seguro que puedes hacer unos simple ajustes que te proporcionarán calma y claridad mental. La revista Wokii propone siete pasos bastante sencillos que te harán percatarte de que estás acumulando demasiado (y no te hace falta).
Recuerdos que nos hacen mal
En ocasiones decidimos guardar objetos que tienen un gran peso sentimental pero que sirven más bien de poco. O peor aún, que forman parte de personas del pasado e incluso nos generan malestar (ya sea porque esa persona no está o porque representan otro tiempo que echamos profundamente de menos). Lo mejor que uno puede hacer es dejar en su casa objetos que le hagan sentir bien, qué menos.
Lo mejor que uno puede hacer es dejar en su casa objetos que le hagan sentir bien, qué menos
Productos caducados
Una lata de atún de hace cinco años, un paracetamol que caducó en 2017 pero que sigue en el botiquín por si algún día lo necesitamos durante un apocalipsis zombie. Si la fecha de caducidad ya pasó, no es buena idea comerlo, aplicarlo o tenerlo ocupando espacio. Dile adiós.
Restos
A veces sucede que acumulamos restos de productos como un poco de jabón, un rastrillo que ya casi no sirve, envases de shampoo vacíos o con muy poco contenido, y que terminamos por acumular por mucho tiempo sin utilizar. Es mejor tirarlos de una vez si, siendo honestos, no los vamos a aprovechar.
Paquetes vacíos
Por favor, no acumules. Quizá en un principio te pareció bien tener esa caja vacía de zapatos para volver a meterlos en invierno, pero si se están acumulando hasta el techo… dar otros usos está bien, pero mejor arriésgate a tener que comprar una caja en un hipotético futuro (cosa que probablemente no suceda) a tener toda la casa llena de trastos.
Es normal convervar aparatos que ya no sirven pensando en que los llevaremos a reparar, pero cuando pasa el tiempo y no vamos es probable que no lo hagamos nunca
Aparatos que ya no sirven
Más de lo mismo. Es común que conservemos aparatos que ya no sirven pensando en que los llevaremos a reparar, pero siendo sinceros, cuando pasa el tiempo y aún no lo hacemos es probable que esta no sea una de nuestras prioridades.
Documentos viejos
Apuntes de la carrera, un cuento que escribiste con tu abuela cuando tenías cinco años, la factura del gas de 1995… Si has acumulado demasiados papeles, verás que muchos de ellos ya no son útiles. Comprueba el tiempo que tienen y, si es demasiado, mándalos directos a la basura.
El toque minimalista
Uno de los principios del minimalismo es que todo lo que tengas en tu casa te llene de emoción, ¿es posible? El truco más simple es no decorar por la simple necesidad de llenar espacios, simplemente perderle miedo a la pared en blanco.
En los últimos años el minimalismo se ha puesto de moda en un mundo hiperconsumista. Incluso algunas personas se ganan (o han ganado) la vida abogando por ello, como es el caso de la japonesa Marie Kondo, la cual ha asegurado en más de una ocasión cosas tan polémicas como que no hay que tener más de 30 libros en casa. La tendencia ha cambiado y el exceso kitsch, que quizá antes se consideraba la muestra del lujo, ha cambiado por lo sobrio y lo austero.