EL NUEVO DIARIO, SEATTLE – En medio del tórrido inicio de los Rays en el 2023, figuras como el cubano Randy Arozarena, su compatriota Yandy Díaz y Shane McClanahan han acaparado la mayoría de los titulares del equipo dirigido por Kevin Cash, puntero del Este de la Liga Americana con marca de 58-35, la mejor del Joven Circuito.
Sin embargo, el líder de WAR del equipo, tanto en FanGraphs (3.8) como de Baseball-Reference (4.3), es Wander Franco. De hecho, el torpedero dominicano sólo es superado en la lista de FanGraphs por Shohei Ohtani, el venezolano Ronald Acuña Jr. y Mookie Betts entre los jugadores que no son exclusivamente lanzadores.
Increíblemente, Franco no fue elegido en un principio para participar en el Juego de Estrellas; al final, sí fue convocado para sustituir al estelar lesionado de los Yankees, Aaron Judge.
“Se siente una emoción grande, ¿sabes? Gracias a Dios por la oportunidad, mi primer Juego de Estrellas”, dijo Franco. “Gracias a Dios, estamos aquí”.
Desde que firmó como profesional con los Rays, a Franco se le ha pronosticado un futuro brillante en las Mayores. Ahora, a sus 22 años de edad y en su tercera temporada en el equipo grande de Tampa Bay, Franco llegó a la pausa del Juego de Estrellas bateando .278/.338/.459 (OPS de .797) con 21 dobles, cuatro triples, 11 jonrones y 28 bases robadas en 379 visitas al plato. Ese bateo sólido — no espectacular –combinado con su brillante defensa en el campo corto ha contribuido a su alto número de WAR.
No obstante, el camino no ha sido sin sus contratiempos. El año pasado, Franco se vio limitado a 83 juegos, debido a lesiones de cuádriceps y de una mano, que también hicieron que mermara su producción ofensiva. Y el mes pasado, en medio de su excelente campaña, el oriundo de Baní fue sentado para un par de partidos contra los Orioles. El motivo, expresado por Cash, fue una falta de madurez y control de las emociones cuando no le iba bien. Hubo gritos y estrelladas de cascos, discusiones con árbitros y hasta momentos en que no corría duro al dar un batazo. Además, se vio una fuerte discusión entre él y Arozarena en el dugout en mayo.
Tras volver a la alineación el 24 de junio, Franco parece haber mejorado en esos aspectos, sin más incidentes de esa índole.
“Eso fue un malentendido”, comentó Franco al respecto. “Me sentaron esos días y aprendí muchísimas cosas. Gracias a Dios, todo está bien hasta ahora y va a seguir todo bien”.
Eso esperan los Rays, que le dieron en el invierno del 2021-22 un contrato de 11 años y US$182 millones cuando el joven apenas había jugado 70 partidos a nivel de Grandes Ligas.
“Yo le doy gracias a Dios, porque confiaron en mí”, dijo Franco. “Apostaron todo en mí”.
Y ahora, pese a los tropezones, están empezando a ver los frutos. Y una vez más, Tampa Bay parece tener el talento para llegar bien lejos.
“Uno quiere llegar a los 100 juegos ganados”, expresó Franco sobre las metas colectivas de los Rays. “Echando para adelante y a seguir batallando”.