José Alejandro Rodríguez, de Airac, dijo que las normativas que permiten la supervisión de diversas actividades como banca, mercado de valores, seguros y otras actividades no pueden ser aplicadas al sector cooperativo.
Precisó que este tiene características que lo hacen muy diferente, en términos de riesgos, a las empresas mercantiles.
Citó el caso de las cooperativas formadas por mujeres que trabajan en salones de belleza, que realizan actividades muy diferentes a una cooperativa de ahorro y crédito, o de producción agropecuaria como es hacer compras de insumos al por mayor para abaratar su costo.
Afirmó que las cooperativas, por esas características, deben tener una regulación muy particular.
Destaco que otra necesidad del sector es que carece de un ente que gestione los fondos de reservas, de manera que los mismos no sean autogestionados por los ejecutivos de las cooperativas de manera individual.
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Al respecto, Lucas Lapaix de Coopnama, dijo que tanto esa entidad como la Airac, gestionan sus propios fondos de garantía que a su juicio son suficientes para garantizar los ahorros de sus asociados.
Actualmente, las cooperativas tienen un fondo de garantía RD$15,713.4.
Lapaix dijo que para que esos recursos no estén ociosos han sido invertidos en el mercado de capitales millones con la posibilidad de generar beneficios por casi mil millones de pesos anuales.
De su lado, el presidente de Coopnama, Octavio Bremón dijo que esa entidad ha venido invirtiendo parte de sus beneficios en programas de responsabilidad social de sus integrantes, en áreas como educación, salud, desarrollo de proyectos, mejora y adquisición de viviendas.
Al respecto, destacó el programa de becas donde han invertido 1,472 millones de pesos y han graduado a 1,629 profesionales para los asociados.