La agrupación dominicana de música cristiana Barak, integrada por Ángelo Frilop, Robert Green y Janiel Ponciano, tiene nueve años de trayectoria musical, llevando alabanzas a través de sus canciones.
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¿Cómo valoran la música cristiana actualmente?
Ahora mismo tiene un valor incalculable, porque debemos reconocer que es la música más importante que nos queda todavía en el mundo, con calidad y a la vez con letras que pueden ser de bendición para las personas. Hoy en día la música se ha degradado a niveles astronómicos, letras vacías que no dicen nada, letras que literalmente no creo que sirvan para mucho dentro de la sociedad… por eso creo que la música cristiana hoy tiene más valor que nunca.
¿Es más complejo trabajar la música cristiana en esta industria?
Trabajar la música cristiana puede ser un poco más complejo, debido a que las cosas cristianas tiene mucho que ver lo divino, más que lo material. Nuestro principal objetivo no es ganar fama, no es ganar dinero, si no, hacer la encomienda que Dios nos ha mandado, llevarles a las personas su palabra a través de la música.
La balada siempre ha sido el género que prima en las canciones cristianas ¿Llevar el mensaje de Dios en otros géneros le ha permitido llegar a un mayor público?
Aunque mucha gente lo ha visto así, y entiende que la música cristiana todavía es un pandero y una tambora, la música cristiana siempre ha sido rica en género, estilo, talentos, y entiendo que la música simplemente es música.
¿Consideran que hay una necesidad de Dios en la juventud?
Es urgentísimo. Con el degrado que está teniendo la sociedad hoy, sino nos acercamos a Dios, no sé dónde va a terminar la próxima generación. Entiendo, que la salvación más urgente que tiene el mundo es acercarse a Dios.