AZUA.- El salón Arena del hotel Montemar resultó pequeño para la cantidad de amigos y compueblanos que respaldaron a la cantautora y psicóloga Olga Lara en la puesta en circulación de su libro “De vuelta a casa”, el pasado sábado.
Fue una tarde llena de emociones en la que se leyeron poemas, se cantaron canciones y se manifestaron afectos.
En pantalla digital se proyectaron videos sobre las vivencias de la artista en su pueblo, mensajes de personas queridas, agradecimiento a los patrocinadores, hermosos posters y banners de las imágenes del libro adornaron el salón, y la nueva canción de Olga Lara: “Me mudé de apartamento”, fue coreada por un público entusiasmado.
Las palabras de agradecimiento de la artista se mezclaron con sus lágrimas de alegría al sentir la manera en que su pueblo le reiteraba su amor.
UNA INVITACION A LA REFLEXION
“De vuelta a casa no es solo una invitación a mí misma a regresar al lar nativo (lugar del que mi corazón nunca se ha ido) sino también, una invitación a la reflexión sobre lo importante que es para nosotros, seres humanos de este tiempo, retomar los principios y valores con los que hemos sido formados”, dijo la artista.
“Una invitación a reflexionar sobre quiénes somos, en lugar de qué tenemos; a valorar las tradiciones familiares que nos ayudan a darle significado a nuestra historia; volver a colocar, en su justo lugar, aquello que realmente es esencial, importante, genuino».
La obra contiene 90 poemas dedicados a su amado pueblo.
La semblanza fue leída por María del Rosario Melo Muñoz, rectora de la Universidad Tecnológica del Sur, UTESUR.
La invocación a Dios la hizo el padre Duván López, de la parroquia Nuestra Señora de Los Remedios.
El prólogo y el epílogo del libro es de los destacados escritores y poetas azuanos, Virgilio López Azuán y Rannel Báez, y unas palabras de presentación del escritor, poeta y maestro Ramón Saba.
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