Elegir un yogur saludable es complicado al momento de llegar al pasillo de los refrigerados, aquí se pierde mucho tiempo, pues es grande la variedad de opciones que hay disponible en el supermercado, que van de “con” o “sin” azúcar, frutas o grasa, pero ¿Cómo saber distinguir el más sano entre todos, griego, natural o kéfir?
El yogur es un alimento beneficioso, contiene proteínas muy útiles para el ser humano, además, es una buena fuente de vitaminas del grupo B y A, y una excelente fuente de minerales, como el calcio, fósforo, magnesio y zinc.
Uno de los mayores valores de yogur y de las otras leches fermentadas es su valor probiótico, debido a las bacterias que contienen.
Para la diabetóloga-nutrióloga Yaskeny Santos, la variedad de yogur que existe en el mercado tiene características y preparaciones diferentes, por lo que dependiendo la necesidad y la condición de la persona, se puede elegir uno más que otro.
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“El kéfir y el yogur son alimentos lácteos hechos a partir de leche fermentada para crear cultivos de bacterias vivas saludables. El kéfir tiene un valor nutricional más alto, tiene una textura más líquida y bacterias ‘buenas’. La diferencia más notable entre ambos productos está marcada por el proceso de fermentación y los microorganismos que en él intervienen”, dijo la especialista.
La doctora destacó que el yogur griego, que es el resultado de extraer el suero del yogur una vez fermentado, es más denso y cremoso, así como más calórico que el natural, pero esta concentración de grasas y proteínas hace que sea un producto altamente saciante y muy nutritivo.
“El yogur griego es una buena opción para aquellas personas que siguen una alimentación baja en grasas o proteínas, como una dieta cetogénica, por ejemplo, pues conseguirán un buen aporte de estos nutrientes”, resaltó.
En cuanto al yogur natural, sostiene que este tiene casi mitad de las calorías del yogur griego, pero es más alto en lactosa. “En relación al calcio el yogur natural tiene tres veces más calcio que el yogur griego. En fin no se puede recomendar un mismo lácteo a todo el mundo, ya que su consumo dependerá de los hábitos y del conjunto de la dieta”.
A quienes se inclinan por la opción del sabor, específicamente por aquellos yogures de frutas, la doctora Santos del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades, advirtió que estos son menos saludables pues además de la leche, llevan nata, mucha azúcar, frutas o cereales que incrementan notablemente su valor calórico que puede ir desde 55 Calorías en un yogur desnatado hasta 140 calorías.
“Hay que tener en cuenta que muchos de estos productos contienen azúcar añadido y una cantidad mínima de fruta. En este sentido, lo mejor es optar por un buen yogur natural entero de calidad y añadir trozos de fruta fresca de temporada nosotros mismos”, recomendó.
