Este 1 de junio será la toma de posesión de Nayib Bukele para su segundo mandato en El Salvador. El evento servirá de marco para el primer encuentro del salvadoreño con el presidente de Argentina, Javier Milei, uno de los primeros mandatarios que confirmó su asistencia al evento
Al tratarse de dos figuras polémicas, que destacan por liderar cambios disruptivos en sus respectivos países, el encuentro genera muchas expectativas. Los analistas se enfocan, tanto en las cosas que podrían unir, como en los aspectos que marcan las diferencias entre ambos mandatarios.
En ese sentido, los encuentros preliminares apuntan a cierta afinidad de ideas. Se entendió así a raíz de las conversaciones que sostuvieron cuando resultaron electos hace unos meses.
Primero, Bukele felicitó a Milei a inicios de año. «Hablé con el presidente Javier Milei cuando salió electo, le hablé para felicitarlo. Para ser una felicitación que normalmente dura dos o tres minutos, hablamos más de media hora por teléfono. Me dio una explicación muy extensa de los problemas que ha encontrado», explicó en su cuenta de X.
Según los medios los presidentes se sintieron de alguna forma identificados. Milei esbozó a Bukele un panorama de la situación económica, comentando sus planes con el tema de las divisas y de la inflación.
«Va a ser muy duro de cualquier manera que se haga», apuntó el salvadoreño, insistiendo en que el argentino –al igual que él– se enfrentaría a una oposición fuerte a sus decisiones. Un comentario que se interpretó como un primer paso para establecer alianzas.
Posteriormente, en febrero pasado, ambos mandatarios participaron en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), el evento de los conservadores más importante de Estados Unidos al cual asisten activistas y funcionarios electos de otros países.
Bukele y Milei fueron los conferencistas más destacados, llamando la atención al ser calificados como los referentes más importantes en la política de la región.
De esta forma, la fama alcanzada por los dos mandatarios los ha convertido en una especie de outsiders entre los presidentes latinoamericanos, tal como exponen algunos académicos.
Sus formas de liderar son personalistas y basan su comunicación en el uso de las redes sociales y las nuevas tecnologías, minimizando –y muchas veces criticando– el rol de los medios, ante los cuales muestran un bajo nivel de tolerancia.
Elsa Llenderrozas, directora de Ciencia Política de la UBA.
Se resaltan con ello los elementos que Milei y Bukele tienen en común, aunque también hay disimilitudes, principalmente debido a su situación política y las características de sus países.
«Además de las diferencias en tamaño y cultura democrática, las urgencias de ambas naciones son distintas: en El Salvador es la seguridad y en la Argentina, la economía», agregó Llenderrozas.
Un rumbo distinto para bitcoin en Argentina y El Salvador
Con base en ello, Bukele y Milei han implementado políticas distintas respecto a bitcoin (BTC) y demás criptomonedas, pues mientras El Salvador se erige como el primer y único país donde BTC es moneda de curso legal, Argentina no ha dado ningún paso hacia un plan semejante. Esto, a pesar de las expectativas que existieron durante la campaña electoral en función de las promesas libertarias de Milei.
Como consecuencia, la situación para los seguidores de bitcoin no ha sido la más favorecedora en Argentina, aun cuando la promesa del presidente fue la libre circulación de divisas.
De hecho, los bitcoiners del país suramericano manifestaron su decepción, sintiéndose traicionados tras la promulgación y reglamentación de una batería de regulaciones que consideran que afectan a empresas e individuos dedicados a la compraventa de criptomonedas.
Ocurre porque, a diferencia de Bukele, Milei aplica medidas que, según se teme, reducirán la competencia en el sector, tendrán un impacto negativo en su crecimiento e innovación y agravarán la situación de los usuarios.
Contrario a lo que pasó en El Salvador, las nuevas normas impuestas recientemente para el registro de exchanges de bitcoin en Argentina siguen las pautas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y del Fondo Monetario Internacional (FMI). Se observa así como, a pesar de sus ideas libertarias, Milei elige llegar a acuerdos con organismos internacionales como vía para obtener ingresos y recuperar la economía.
La situación es totalmente distinta para Bukele, pues aunque el país centroamericano enfrenta algunos retos en lo económico, sus problemas no llegan al nivel de los de Argentina, agobiada por una galopante inflación.
«La economía no está muy bien en El Salvador, pero de ello no se habla tanto y Bukele trata de montarse sobre sus éxitos», dice Victoria Murillo, directora del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Columbia, refiriéndose particularmente a los avances logrados por Bukele en materia de seguridad.
Se trata de una estrategia que permitió al mandatario salvadoreño vencer a las pandillas, ganando un nivel de popularidad que le permitió imponerse ante sus opositores. Tal como ha informado CriptoNoticias, la política de Bukele tiene como eje mantener al país seguro. Se ha implementado en una nación donde la preocupación fundamental de la gente es librarse de los delincuentes.
Sobre esta necesidad de seguridad Bukele también abrió espacio a la libertad económica y con este fin se acercó al sector de las criptomonedas. Es la razón por la cual los analistas bautizaron su estrategia como «bitcoin más mano dura».
Los retos de Milei en Argentina no son los mismos, tal como señalan los analistas. Y al no tener, hasta ahora, un éxito concreto sobre el cual remontar, debe poner todo el énfasis en la economía. Bitcoin podría ser una alternativa de ingresos como en El Salvador, pero desmontar todo el aparataje del poder para implementar proyectos como el de Bukele no es tan fácil.
«No creo que Milei tenga la capacidad ni la oportunidad de cambiar todo el régimen institucional republicano porque en la Argentina hay una sociedad civil muy activa y una oposición muy fuerte que ejerce control», comenta Llenderrosas.
No obstante, muchos esperan que en esta nueva etapa del gobierno salvadoreño, cuando se inicia el segundo mandato de Bukele, el encuentro de los dos presidentes dé pie para adelantar proyectos conjuntos que podrían dar un nuevo impulso a bitcoin en Argentina. El acercamiento entre funcionarios de ambos países que reseñaron los medios hace unos días, es una muestra de que tal interés existe.
