Suena demasiado bueno para ser verdad: un nuevo chip llamado PPU que multiplica por cien el rendimiento de la CPU. Lo llaman la nueva era de las SuperCPU.
La empresa finlandesa Flow asegura haber encontrado el Santo Grial de la informática. Básicamente, un milagro. Multiplicar por 100 el rendimiento de cualquier CPU, sea de la arquitectura que sea. Y de paso, a un nivel inferior, también la GPU, la NPU (chip de inteligencia artificial), etc. ¿Demasiado bueno para ser verdad?
La magia la produce un nuevo tipo de chip llamado PPU (Unidad de Procesamiento Paralelo), aunque sus creadores prefieren verlo como un coprocesador que se acopla al propio silicio de la CPU.
Y ya está. Mágicamente, instalando este chip en cualquier dispositivo, desde un móvil a un PC, se aumenta su rendimiento hasta un 10.000%. ¿Cómo funciona?
Los secretos de la PPU
Las claves de esta PPU está en su procesamiento de datos en paralelo, y en la gran cantidad de núcleos que usa.
Es completamente escalable. Para un smartwatch basta con una PPU de cuatro núcleos; para un móvil, de 16 núcleos; para un PC, de 64 núcleos; y para un superordenador o servidor en la nube, de 256 núcleos.
Aquí puedes ver una representación de esta PPU: un chip que se acopla directamente una esquina de la CPU, en el mismo silicio. Así que la velocidad de conexión con el procesador, es máxima:
Flow
Según explica la compañía Flow en su web, este increíble aumento en el rendimiento se debe, por un lado, a las limitaciones de las CPU actuales. Y por otro, al procesamiento de datos en paralelo que aporta la PPU.
Este chip reduce la latencia con la memoria RAM, porque es capaz de procesar otros hilos de datos, mientras se accede a la memoria RAM. En cambio, la CPU tiene que esperar.
También aumenta el rendimiento reduciendo la sincronización entre núcleos, que la PPU realiza solo una vez por paso. La sincronización se solapa con la ejecución del código, no hay que esperar en una cola, como hace la CPU.
Por último, supera la limitación de la CPU de ejecutar instrucciones en paralelo, solo si son independientes, permitiendo trabajar al mismo tiempo con instrucciones dependientes.
El único hándicap de esta tecnología, es que para obtener el máximo rendimiento, se necesita reescribir el código de cada aplicación. Aun así, sin reescribir nada, se dobla el rendimiento, lo cual ya es impresionante. Si se reescriben ciertas partes se multiplica por 10, y si se diseña desde cero la aplicación para aprovechar esta nueva tecnología, se multiplica por 100.
La teoría no suena rara, parece una optimización de la arquitectura en paralelo de las CPU tradicionales. Pero está por ver cómo se aplican esos cambios sin interferir en el funcionamiento de la CPU, y comprobar si ese rendimiento es real.
Flow tiene pensado hacer una demostración en agosto. Entonces veremos si esta nueva PPU, de verdad, multiplica por 100 el rendimiento de la CPU, y entramos en la era de las SuperCPU.
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Etiquetas: CPU, Procesadores
