Muchos expertos parecen advertir que hacer demasiadas fotos disminuye la capacidad de recordar en la práctica. En muchos sentidos, las fotos se han vuelto sinónimo de compartir, no de rememorar.
En la sociedad actual, todo el mundo lo hace: tomar fotos y vídeos de prácticamente todo. No solo de las vacaciones o un acontecimiento especial, sino de un plato que tiene buen aspecto, una mascota simpática, un paisaje que te llama la atención o hasta de ti mismo. ¿Por qué realmente existe ese interés por fotografiar algo en lugar de experimentarlo en el momento?
Esta es una pregunta que cada vez más gente parece hacerse. De primeras, la explicación parece lógica: ahora las fotos no se hacen para recordar algo, sino para compartirlo, documentarlo, y además, es gratis. Sin embargo, ¿qué sucedería si tomar demasiadas fotos con el móvil no fuese bueno para tus recuerdos, sino que sucediera precisamente todo lo contrario?
Las cámaras de fotos y los recuerdos
Hay que partir de la base de que, dejando de lado las redes sociales y demás, las fotos siempre han tenido un fin claro: inmortalizar algo. Es decir, ayudar a que un instante no se olvide. En cambio, el hecho de que actualmente mucha gente tome demasiadas fotos con el móvil, puede provocar precisamente el efecto contrario: las fotos se convierten en papel mojado (aunque sean digitales).
Estas no solo pierden su valor, sino que de alguna forma pueden perjudicar a tus propios recuerdos. Así lo demostró en un estudio la Universidad de Fairfield, al dividir a sus estudiantes en dos grupos durante la visita a un museo: uno de ellos haciendo fotos con el móvil a la, otros simplemente observándolas. ¿El resultado? El segundo recordaba mejor los detalles que el primero pasado un tiempo.
Muchos estudios centrados en las capacidades de la memoria apuntan en la misma dirección. Cuando haces fotos de todo, es como si de alguna forma le estuvieses dando el día libre al cerebro, que no tiene que esforzarse para recordar las cosas, puesto que de eso ya se encarga tu teléfono. Es algo parecido a cuando recorres un camino prácticamente por inercia.
Viendo así las cosas, podría decirse que las cámaras digitales, y sobre todo las que forman parte de los teléfonos de hoy en día, no solo están cambiando (o lo han hecho ya) la manera en la que se hacen fotos y se comparten masivamente las mismas con los demás; también de alguna forma estarían modificando la manera en la que mucha gente (sobre todo joven) recuerda.
Peligros de tomar demasiadas fotos con el móvil

Más allá de que tomar demasiadas fotos con el móvil puede provocar cierta desconexión emocional con el momento presente, provocando que este se vive con menos intensidad y se recuerde peor, también puede generar problemas prácticos.
El almacenamiento excesivo de fotos puede llevar a problemas de espacio y de seguridad, como la pérdida de datos o un mayor peligro de perder antes o después el control de tus imágenes personales.
Mención aparte merecen las redes sociales, claro, y los problemas de obsesión, autoestima y seguridad en uno mismo que la publicación incesante de fotografías en ellas suele ocasionar. Aunque ese ya sería otro tema, que cada vez parece también estar tomándose más en serio.
Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.
Etiquetas: , fotos, Curiosidades