Un proyecto de US$80 millones fija el foco en lo agro y lo hídrico

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Lo tiene el Indrhi y es una respuesta a los desafíos que se derivan del cambio climático y la demanda de agua

República Dominicana enfrenta desafíos significativos en la gestión de sus recursos hídricos, especialmente en el contexto de los cambios climáticos y la creciente demanda de agua para la agricultura, el consumo humano y el saneamiento.

En respuesta a estas necesidades, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) cuenta con el Proyecto de Agricultura Resiliente y Gestión Integrada de los Recursos Hídricos, en procura de mejorar la sostenibilidad de los agro-ecosistemas productivos, aumentar la resiliencia de las infraestructuras hidráulicas y mejorar la calidad y el acceso a los servicios relacionados con el agua.

El proyecto, con un financiamiento total de US$80 millones, se divide en cuatro componentes principales, que son: Manejo Sostenible de agro-ecosistemas, mejoramiento de la resiliencia y gestión de las infraestructuras hidráulicas, reducción de la contaminación mediante la mejora de los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento y fortalecimiento de la gobernanza y gestión del proyecto.

Con una inversión de 15.1 millones de dólares, el primer componente busca apoyar el uso productivo de los recursos naturales a través de subproyectos sostenibles en agro-ecosistemas. Incluye el fortalecimiento del Sistema Nacional de Conservación de Agua y Suelo y la conservación de áreas protegidas. Se financiarán subproyectos de inversiones y se proporcionará apoyo técnico a pequeños y medianos agricultores mediante sistemas agroforestales, ganadería sostenible y agricultura de regadío eficiente.

Particularidades

En lo que respecta al segundo componente, con un presupuesto de 29 millones de dólares, se centra en la rehabilitación y modernización de presas y sistemas de riego. Se prevén obras de rehabilitación en las presas Chacuey, Tavera y Maguaca en la cuenca del río Yaque del Norte, y la presa Mijo en la cuenca del río Ozama-Isabela. Además, se fortalecerá la operación de estas presas a través de la preparación de planes de gestión de riesgos y la actualización de estudios y diseños para su rehabilitación.

El tercer eje, con una asignación de 24.8 millones de dólares, este componente busca fortalecer institucionalmente al Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa) y reducir la contaminación en zonas prioritarias. Se realizarán estudios de viabilidad, diseños de ingeniería y evaluaciones sociales, así como la rehabilitación de plantas de tratamiento de agua y redes de distribución en áreas seleccionadas.

El cuarto, inherente al fortalecimiento de la gobernanza y gestión del proyecto, tiene un presupuesto de 10.9 millones de dólares y se orienta a apoyar la gobernanza del agua y la gestión del proyecto. Incluye el fortalecimiento de la Mesa del Agua, la creación de consejos de cuencas y comités de sub-cuencas, y la implementación de políticas sectoriales para mejorar la seguridad y resiliencia hídrica.

El impacto del proyecto se extiende a una vasta población tanto en áreas urbanas como rurales. En total, se benefician directa e indirectamente 348,000 familias, cerca de 1,215,000 personas.

En el sector agrícola, el proyecto está hecho para beneficiar directamente a alrededor de 75,000 agricultores y 355,000 hectáreas a través de la mejora de servicios de riego, drenaje y la operación de presas. Además, se proporcionará asistencia técnica y servicios de extensión a 46,000 agricultores y 230,000 hectáreas, mientras que 720 agricultores y 1,500 hectáreas se beneficiarán de la agricultura de secano y ganadería.

El proyecto también se enfoca en la mejoría de los servicios de agua potable y saneamiento para 13,050 familias (alrededor de 45,560 personas) y 6,300 familias (alrededor de 22,000 personas), respectivamente. En el ámbito urbano, 800,000 habitantes de la ciudad de Santiago se beneficiarán de la presa de Tavera, mientras que en áreas rurales río abajo de las presas Chacuey y Maguaca, 28,000 habitantes experimentarán mejoras en la gestión del riesgo de presas.

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Los cambios climáticos y la demanda de agua para la agricultura generan inquietud.

Gestión del riesgo de presas

La rehabilitación y mejora de la seguridad de las presas no solo protegerá a las comunidades circundantes, sino que también garantizará un suministro de agua más seguro y confiable para múltiples usos. La instalación de válvulas Howell-Bunger en la presa Maguaca, la rehabilitación de problemas de drenaje en la presa Tavera y la protección contra la erosión en la presa Mijo son solo algunas de las intervenciones previstas para asegurar la estabilidad y funcionalidad de estas infraestructuras críticas.

El Proyecto de Agricultura Resiliente y Gestión Integrada de los Recursos Hídricos representa un paso significativo hacia la sostenibilidad y resiliencia de los recursos hídricos en la República Dominicana. Al abordar tanto las necesidades agrícolas como las de agua potable y saneamiento, el proyecto no solo mejora la calidad de vida de las comunidades beneficiadas, sino que también contribuye a la protección y gestión eficiente de los recursos naturales del país.

Dinero
El proyecto, con un financiamiento total de 80 millones de dólares, se divide en cuatro componentes principales

“Sombilla”
El impacto del proyecto se extiende a una vasta población dominicana, tanto en áreas urbanas como rurales.

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