Tesla ha tenido que retirar, concretamente, 694.304 coches en Estados Unidos por un problema relacionado con el TPMS, el sistema de supervisión de la presión de los neumáticos, según declaraciones de la propia compañía recogidas por Reuters.
El problema tiene que ver, en este sentido, con la iluminación del piloto que advierte sobre una baja presión en los neumáticos, algo que puede llevar a graves riesgos en la seguridad de los conductores del vehículo.
Entre los vehículos afectados, se encuentran modelos muy populares, como el Tesla Model Y o el Cybertruck, aunque la compañía de Elon Musk ha asegurado que esto se resolverá con una actualización de software.
Según el aviso de retirada publicado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA), perteneciente al Departamento de Transporte de Estados Unidos, el problema se observó el pasado 6 de noviembre, y Tesla comenzó a investigar lo sucedido.
Así, la compañía analizó el código y descubrió que la actualización de software 2024.38.3 reiniciaba por completo las advertencias del TPMS al activar el vehículo, y procedió a la identificación de los coches afectados que habían instalado esta versión.
Tal y como explica la NHTSA, a la fecha de la publicación de su nota se han recibido 76 reclamaciones por garantía, aunque Tesla ha confirmado que no ha habido ningún incidente en relación a este fallo.
Entre los modelos afectados, la nota enumera varios casos relacionados con el Tesla Model 3 de 2017 a 2025, el Tesla Model Y de 2020 a 2025 y el Tesla Cybertruck de 2024, siempre que hayan instalado la versión del software que ha propiciado los errores.
Como explica Tesla en su propia página, el TPMS tiene que ver con el testigo que se ilumina cuando la presión está por encima o debajo de lo recomendable, en modelos como el Tesla Y; en caso de que este se encienda, el fabricante aconseja detener el vehículo inmediatamente.
Los riesgos de conducir un coche con los neumáticos con una presión que no sea la adecuada son variados, como el recalentamiento de los mismos y el deterioro anticipado, además de que perjudica notablemente al ahorro energético o a la vida útil de rodadura de estos.
En este último caso, con graves consecuencias en todo lo que tiene que ver con la maniobrabilidad, además de la capacidad de frenado del vehículo en cuestión.
A pesar de que Tesla ha reconocido que se soluciona con una actualización de software, ha decidido retirar casi 700.000 coches en Estados Unidos.
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