La actriz colombiana Margalida Castro, quien murió el jueves 19 de diciembre a los 82 años, contó años atrás las duras experiencias que vivió internada en varias clínicas psiquiátricas tras sufrir un accidente que le provocó un trauma craneal severo, dejándole secuelas que incluían insomnio y alucinaciones, a pesar de haberse cometido a una cirugía complicada.
En sus libros “Camisa de fuerza” y “Del manicomio a la luz”, Castro relató las atrocidades que sufren los pacientes de esos centros de salud y cómo un encuentro con la Virgen María la hizo aferrarse a la fe, que le permitió no volver a ese tipo de lugares.
Castro, conocida por su participación en telenovelas como “Victoria”, “Hasta que la plata nos separe” y “La viuda de la magia”, confesó que en esos sitios tenían enfermos que encontraban en las calles y cuando necesitaban las canas para otros, entonces los mataban. Además de que algunos pacientes eran ingresados sin su consentimiento y sin padecer ningún problema psiquiátrico, sino porque la familia quería deshacerse de ellos o adueñarse de su patrimonio.
Según su amiga y mánager, Claudia Serrato, la artista perdió la vida a causa de “un cáncer que fue descubierto hace muy poco”.
COMUNICADO
Con profunda tristeza en el alma les comunico que mi grandiosa actriz y amiga Margalida Castro falleció , víctima de un cáncer que fue descubierto hace muy poco.
Se me fue la Monirri de mi alma (como yo le decía) se nos fue a los Colombianos “la señora actriz” , un baluarte de la cultura colombiana quien cumplió 60 años de carrera artística regalándonos personajes inolvidables como Sussy Borda de Lavalle en Gallito Ramírez, Doña Custodia en Dulce Ave Negra, Elida Pérez en Música Maestro, La Tia Chavela en Yo Amo a Paquita Gallego, Heraclia de Santiño en Rauzan, Úrsula Lacouture y Barbara Fon Braun Lacouture en Chepe Fortuna, Dudis en El Secretario, Erika Bruner en La Nieta Elegida y Carmenza en La Tia Alison siendo estos últimos los más recientes. Un sin número de personajes únicos para televisión, cine y teatro grandiosos como ella.
Margalida fue una mujer hermosa, encantadora, brillante, culta, religiosa, escritora, arquitecta y flautista. Gozó de una vitalidad única que la llevó a trabajar de manera incansable no sólo en las artes sino fuera de ellas llevando la palabra de Dios y el amor por la Virgen y Los Santos a donde fuera.
Hoy despedimos aplaudiendo de pie a esta orgullosa Santandereana, que gozó de una vitalidad fantástica a sus 82 años, que fue premiada, ovacionada y respetada en nuestro país y quien amó la vida y agradeció por todo lo vivido hasta su último aliento. Abrazamos a sus hijas Carla y Gina Perozzo como a su familia en Colombia y Chile por esta inmensa pérdida.
Te despedimos con infinita gratitud y admiración mi Monirri del alma, mi gran y única Margalida Castro, un privilegio haber sido tu manager y amiga.
