Desde que abandonó las cuevas, el ser humano ha envidiado a los pájaros. Los primeros intentos serios de una máquina voladora datan de la Edad Media, pero no fue hasta el siglo XX cuando los hermanos Wright consiguieron volar en una máquina más pesada que el aire.
Hay una curiosa anécdota detrás, a la que sigue otra aún más graciosa. Es una de las “meteduras de pata” periodísticas, más famosas de la historia.
En 1903, el periódico The New York Times publicó un editorial en la que afirmaba: “las máquinas no volarán en 10 millones de años”. Apenas dos meses después, el Flyer I de los hermanos Wright se mantuvo en el aire durante 12 segundos. Era el primer vuelo de la historia, iniciando la era de la aviación, que cambiaría el mundo.
Para entender la magnitud de la anécdota, hay que recordar que en 1903 no existía Internet, ni la radio o la televisión. Los periódicos era los únicos medios informativos, y por eso todo lo que decían, alcanzaba una gran magnitud.
Uno de los mayores fiascos periodísticos de la historia
Tal como cuenta IFL Sciencie, en 1903 un pionero de la aviación llamado Samuel P Langley intento volar en un avión creado por él. The New York Times publicó un editorial el 9 de octubre, y hay que reconocer que fue excesivamente cruel:
“El ridículo fiasco que acompañó al intento de navegación aérea en la máquina voladora de Langley no fue inesperado, salvo quizá para el distinguido secretario de la Institución Smithsonian, quien lo ideó, y sus ayudantes”. Y después, el editorial “razona” por qué una máquina no volará en 10 millones de años:
“Si se necesitan mil años para que un ave que comenzó con alas rudimentarias pueda volar con facilidad, o diez mil para una que comenzó sin alas y tuvo que desarrollarlas desde cero, la máquina voladora que realmente volará podría evolucionar gracias a los esfuerzos combinados de matemáticos y mecánicos en un plazo de entre un millón y diez millones de años”.
E ironiza: “Siempre y cuando, por supuesto, que mientras tanto podamos eliminar pequeños inconvenientes y dificultades como la relación existente entre el peso y la resistencia de los materiales inorgánicos”.
El redactor, que no se especifica al ser un editorial, se expresa muy seguro de sí mismo. Me hubiese gustado ver su cara cuando, 69 días después, el 17 de noviembre de 1903, el Flyer 1 (también llamado Kitty Hawk) de los hermanos Flight, se elevó por los aires, y voló durante 12 segundos, recorriendo 37 metros. El primer vuelo de un vehículo más pesado que el aire de la historia.
Ese día el aeroplano realizó cuatro vuelos, siendo el más largo de 260 metros, permaneciendo 59 segundos en el aire. Comenzaba la conquista de los cielos.
Tropezando dos veces en la misma piedra
La anécdota aún continúa un poco más, tal como nos cuenta el popular astrofísico Neil deGrasse Tyson en una de sus conferencias.
No sabemos si los hermanos Wright conocían el editorial de The New York Times pero, si es así, el bueno de Orville Wright no aprendió su propia lección. En 1910 dijo lo siguiente: “Los aviones son buenos para pequeños viajes, pero nunca cruzarán el Atlántico”. Eso ocurrió en 1919, cuando el biplano Vickers Vimmy voló desde Terranova a Irlanda.
Más allá de la curiosidad, podemos aprender una valiosa lección de todo esto: nunca, nunca, hay que poner límites a la tecnología, ni a la ciencia.
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