“Quiero, puedo y lo merezco”, ¿cómo enfrentar la deuda al iniciar el 2025?

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El arranque de un nuevo año se presenta como una oportunidad para reflexionar y fijar metas que fortalezcan su salud financiera. Sin embargo, muchos dominicanos se encuentran atrapados en hábitos perjudiciales que comprometen su estabilidad económica. La contadora y asesora financiera Ana Brioso destaca algunos de los errores más comunes: realizar compras sin establecer prioridades, relegar el ahorro a un segundo plano, consumir alimentos “chatarra” de manera habitual, pagar membresías no utilizadas y exceder los límites de la tarjeta de crédito sin considerar la capacidad de pago. Este último aspecto se convierte en un “arma de doble filo” qué si no la maneja con cuidado puede terminar ahogado en deudas.

Para quienes inician el 2025 con una carga considerable de deudas, Brioso aconseja reconocer la situación actual y adoptar medidas adecuadas para evitar que la situación empeore. La planificación es fundamental. “Es imperativo reducir los gastos al mínimo, priorizando sólo lo esencial. Las salidas deben ser limitadas a lo estrictamente necesario; para divertirse, es preferible optar por actividades al aire libre que no impliquen gastos excesivos”, señala. Además, recomienda llevar efectivo limitado y adoptar una mentalidad de austeridad.

Antes de realizar las compras en el supermercado, es crucial verificar lo que realmente se necesita en casa y evitar desperdicios de productos perecederos. Brioso propone reflexionar sobre la frase: “Quiero, puedo y lo merezco”, analizando cada palabra detenidamente: quiero. La respuesta suele ser afirmativa; puedo: es importante evaluar si se trata de una prioridad y si es el momento adecuado para gastar. lo merezco: reflexionar sobre si vale la pena caer en un caos financiero por no esperar el momento propicio para darse un gusto.

“Al analizar esta frase con detenimiento, puede que la respuesta sea: quiero, pero en este momento no puedo y estoy trabajando para merecerlo’”, dijo. Además, exhorta a involucrar a toda la familia en estas decisiones. Se debe hacer con amor, pero también con la conciencia de que todos se beneficiarán. “Es vital educarse sobre asuntos financieros y aprovechar las múltiples fuentes de información valiosa que pueden mejorar las finanzas personales”, añade Brioso.

Erradicación de malos hábitos financieros

Para eliminar hábitos financieros nocivos, Brioso sugiere elaborar una lista de gastos y establecer una planificación anual que priorice lo realmente necesario. “El primer paso para fomentar una cultura del ahorro es tomar la decisión. Una vez establecida la planificación, hay que evitar gastos superfluos y destinar una parte fija del ingreso al ahorro. Este monto debe ser lo primero que se retire de la cuenta hacia su destino específico”, aconseja.

Una trampa común son las tarjetas de crédito. “Este hábito puede acarrear consecuencias graves; los gastos excesivos generan un caos financiero al superar lo que se puede pagar mensualmente, haciendo que los intereses sean insostenibles”, advierte Brioso. Antes de adquirir una tarjeta de crédito, es fundamental comprender varios conceptos esenciales, como conocer el ciclo del corte, el límite asignado, las fechas importantes y el balance mensual. Señala que es importante recordar que el pago mínimo solo sirve para evitar atrasos; sin embargo, limitarse a este pago generará intereses a tasas elevadas.

Asimismo, enfatiza que hay que tener presente que tanto los avances en efectivo como sobregirar la tarjeta acarrean cargos adicionales. Añade que, para mantener un buen score crediticio, se recomienda no exceder el 30% del límite otorgado y pagar el saldo completo cada mes. “Al considerar una tarjeta nueva, evalúa todos los costos asociados: seguros, emisión, renovación y si ofrece descuentos en consumos frecuentes”, puntualiza Brioso. Por todo esto, entiende que urge realizar una planificación financiera adecuada, evitar pagos mínimos o inferiores al saldo total en tarjetas de crédito, abstenerse de préstamos informales a altas tasas de interés y establecer una sólida cultura del ahorro.

No perder de vista el presupuesto

El presupuesto del año 2025 debe contemplar ingresos y gastos fijos, considerando meses con gastos extraordinarios. “Por ejemplo: Día de las Madres o del Padre, temporada escolar, renovación de seguros, entre otros. Luego de realizado, comenzar a ver cómo mes a mes se va comparando el presupuesto con la realidad”, cita una asesora financiera.

Brioso recomienda que cada persona elija la forma más cómoda de elaborar su presupuesto, ya sea manualmente, en Excel o usando aplicaciones móviles. “Recomiendo que este se realice de la manera más cómoda para la persona”, resalta. En tanto, para quienes tienen trabajos informales o independientes, la planificación puede resultar complicada. “Aquí funciona bastante echar una mirada al pasado, evaluar la situación presente y así lograr una planificación más efectiva”, entiende la experta.

Indica que el año anterior puede servir como referente para el nuevo presupuesto. “A estas personas yo les recomiendo realizar su presupuesto del año y además realizar proyecciones trimestrales; esto les ayudará a tener mayor efectividad en el cumplimiento de este”, enfatiza. También invita a identificar nuevos talentos y fuentes de ingreso. “La palabra de Dios habla de los talentos… todos tenemos la capacidad de multiplicarlo”, cita. Así, cada persona puede comenzar a emprender, sentando las bases para futuros logros financieros.

La experta recomienda a los principiantes optar por fondos mutuos de liquidez, administrados por entidades aprobadas por la Superintendencia del Mercado de Valores. Estos instrumentos, asegura, permiten inversiones en activos disponibles diariamente, brindando confianza a quienes han mantenido sus ahorros sin generar intereses significativos.

Brioso sugiere que, una vez adquirida experiencia, se pueden establecer metas específicas con diferentes fondos: fondo mutuo líquido: para un fondo de emergencia”; fondo mutuo a 30 días: para ahorrar para vacaciones o la temporada escolar; y fondo mutuo de 60 días o más: para el capital inicial de una vivienda.

“Los aportes comienzan desde RD$1,000. Los inversionistas más experimentados pueden diversificar en bonos, inversiones y bienes raíces”, puntualiza Brioso.

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