Con la presencia del nuncio apostólico Piergiorgio Bertoldi, autoridades nacionales y provinciales, el arzobispo emérito monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio celebró sus 60 años de ordenación presbiteral con una solemne eucaristía en la Catedral Metropolitana Santiago Apóstol el Mayor, en esta ciudad de Santiago.
En la ceremonia, monseñor de la Rosa y Carpio expresó su gratitud a Dios y a la Iglesia por su trayectoria como sacerdote en Santiago, Higüey y Santo Domingo. “¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?”, citó al salmista, al reflexionar sobre su camino pastoral.
También agradeció la presencia del nuncio apostólico, quien representó al papa Francisco y concelebró la misa junto a él, así como al equipo organizador y a los asistentes.
Destacó el significado especial del mes de enero, dedicado a la Virgen de la Altagracia, vinculado a su vocación sacerdotal.
“Si volviera a tener 14 años y tuviera que tomar una decisión, volvería a ser sacerdote y elegiría al Señor como mi única herencia. Me siento plenamente realizado y he cumplido la tarea que Dios me ha asignado”, afirmó el arzobispo emérito.
Reconocimiento a su trayectoria
Entre las personalidades presentes estuvieron monseñor Jesús María de Jesús Moya, arzobispo emérito de San Francisco de Macorís; el senador Daniel Rivera; la exvicepresidenta Margarita Cedeño; el exsenador Eduardo Estrella y la vicealcaldesa Mariana Moreno.
Monseñor de Jesús Moya, encargado de leer la semblanza del homenajeado, lo definió como una figura clave en la historia religiosa y social del país.
“Su vocación estuvo marcada desde su nacimiento, algo anticipado por su abuela, lo que demuestra lo importante que es la familia para una persona”, destacó.
En nombre de la Arquidiócesis de Santiago, el vicario de la Catedral, Regino Collado, habló en representación del arzobispo Monseñor Héctor Rafael Rodríguez, quien no pudo asistir por compromisos previos.
“Las oraciones de Monseñor Héctor Rafael y de todo el clero están con usted”, expresó, e invitó a los presentes a brindar un aplauso en honor a los 11 años de servicio de monseñor de la Rosa y Carpio como arzobispo de Santiago.
Un legado en la Iglesia Dominicana
En las palabras de clausura, el nuncio apostólico monseñor Piergiorgio Bertoldi felicitó al homenajeado por su testimonio de 60 años de servicio sacerdotal y le deseó que continúe iluminando la fe de los dominicanos.
Ordenado sacerdote el 23 de enero de 1965 por monseñor Juan Félix Pepén en el Viejo Santuario de Higüey, Monseñor De La Rosa y Carpio ha desempeñado diversos roles en la Iglesia dominicana.
Fue el primer rector de la Basílica Catedral Nuestra Señora de la Altagracia y del Seminario Menor de Higüey, además de profesor en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús en La Romana y Administrador Diocesano durante la transición de Monseñor Pepén.
Como obispo, sirvió como auxiliar de Santo Domingo (1989-1995), obispo de La Altagracia (1995-2003) y arzobispo metropolitano de Santiago (2003-2015). En la actualidad, es arzobispo emérito de Santiago y ha desarrollado su labor misionera en 12 provincias del país, consolidando un legado de servicio y entrega a la Iglesia.