Entre los navegadores, hay un líder indiscutible que siempre se sitúa por encima del 65% de cuota de mercado, como es Google Chrome, según datos de Statcounter. Aunque esta cifra aumenta más el predominio de la compañía si se tiene en cuenta el motor en el que está basado, Chromium.
En este punto, solo existen 2 navegadores que ofrezcan alternativas, como Safari (Apple), que suele rondar el 18% en cuota, y Firefox (Mozilla Foundation), que apenas ha conseguido un 2,7% durante el período comprendido entre enero de 2024 y el mismo mes de 2025.
Esto implica que los navegadores basados en Chromium se reparten casi todo el pastel, con las implicaciones que esto tiene para un mercado prácticamente dominado por este, y con un Firefox que ha perdido año tras año usuarios.
Statcounter
Uno de los más populares que utilizan este modelo es Brave, debido a que asegura gastar menos recursos del ordenador, además de ofrecer una navegación seguridad y privada. Además, con un apartado dirigido a los aficionados a las criptomonedas.
Personalmente, siempre utilizo Firefox y LibreWolf –basado en este último también–, ya que suelen llegar instalados en diferentes distribuciones de Linux, aunque también podrías toparte con Brave, de código abierto.
Tras dar una oportunidad a Brave, hay varios apartados que me han encantado, aunque en algunos casos no crea que sea un navegador hecho para mí.
En consumo de CPU y memoria Brave es el mejor
Detrás de la creación de Brave, en 2016, se encuentra una de las personalidades más importantes del mundo de la informática y la programación, Brendan Eich. Entre sus creaciones, aparecen el lenguaje de programación Javascript y Firefox –como cofundador–.
Tan solo 3 años más tarde, Brave contaba con la importante cifra de casi 9 millones de usuarios activos mensuales; a día de hoy, según el portal de transparencia del navegador, estos se sitúan en 77,27 millones de usuarios mensuales.
Su principal apuesta reside en la privacidad durante la navegación y, precisamente, llega por defecto con el bloqueo automático de anuncios, una de las opciones que ha llamado la atención de muchos usuarios.
Ahora bien, hay algo que suele pasar desapercibido y que, personalmente, considero la baza más fuerte de Brave: el consumo de memoria y CPU es excepcional, en comparación con otros.
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Como he mencionado antes, yo uso Firefox, así que he comparado ambos navegadores y Brave es capaz de rebajar considerablemente el uso de la CPU –con las mismas pestañas abiertas–, con opciones añadidas como el ahorro de memoria.
En este sentido, es el que menos consume de todos los que he probado y –por supuesto, muy lejos de Google Chrome, por ofrecer uno basado en Chromium–, así que es la opción más sensata si otro navegador te da problemas o congela sus páginas.
Así, lo que hace Brave al activar la función de ahorro de memoria es liberar esta de las páginas que no están en uso, algo imprescindible si utilizas un ordenador o dispositivo algo antiguo y quieres navegar sin inconvenientes.
Ningún navegador es completamente seguro, pero Brave cuenta con funciones exclusivas
Tras la primera toma de contacto con Brave, notarás que hay varias cuestiones que no suelen aparecer en otros navegadores. Una de ellas son las llamadas de vídeo disponibles en la misma interfaz.
Aquí, Brave resalta que las comunicaciones entre el navegador y los servidores se cifran en la capa de transporte, pero no lo hacen durante las llamadas. Para ello, tendrás que habilitar Video Bridge Encryption (VBE), con un plus de seguridad adicional, aunque aún en fase experimental.
Además de la sección de llamadas, tendrás a tu disposición a Leo, un asistente de inteligencia artificial que hace uso de proxy inverso, lo que impide que un cliente se comunique directamente con el servidor de origen.
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Así, las conversaciones que mantengas con este chatbot no quedarán registradas, ni siquiera tu dirección IP o cualquier otro dato personal. De nuevo, algo muy dirigido a proteger tu información más valiosa.
Más allá del apartado de seguridad, hay algunas cuestiones que no me convencen del todo, como es uno de sus ejes centrales, el uso de la criptomoneda BAT, para la que tendrás que crear una cartera desde Brave. En este caso, yo he ignorado todo lo relacionado con esto.
Además, ofrece navegación privada mediante Tor, algo que no considero necesario, y menos aún para usuarios menos experimentados, al menos si Brave quiere llegar a un mayor número de usuarios, ya que no conocer cómo funciona implica algunos peligros.
Finalmente, según los análisis de PrivacyTests, LibreWolf ofrece algunas funciones añadidas que Brave no tiene. En tal caso, este está basado en Firefox y puede ser una mejor alternativa si no quieres dar aún más poder a Chromium.
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Etiquetas: Chrome, prueba, Navegadores, Mozilla Firefox
