La Unión Europea tiene en su punto de mira a varias empresas tecnológicas estadounidenses, debido al incumplimiento de la Ley de Mercados Digitales –o DMA, por sus siglas en inglés–, aunque la sentencia definitiva no termina de llegar.
A falta de la aprobación de Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y con toda la información técnica recabada e investigada, parece que el motivo de retrasar la sentencia puede explicarse por las tensiones actuales con Estados Unidos.
“El hecho de que las investigaciones clave se estén retrasando y politizando, en el contexto de las conversaciones comerciales, manda una señal equivocada”, ha asegurado a POLITICO Stéphanie Yon-Courtin, miembro del Parlamento Europeo por el grupo liberal Renew.
En este sentido, no han sido pocas las críticas de la administración de Donald Trump hacia la normativa europea que regula las actuaciones de las grandes tecnológicas. Así ha ocurrido con figuras cercanas al presidente, como Andrew Ferguson, responsable de la Comisión Federal Comercio (FTC).
Según recoge EFE, durante una visita a Estados Unidos de Teresa Ribera, vicepresidenta primera y comisaria de Competencia de la Comisión Europea, Ferguson definió la legislación europea como “un impuesto a las empresas estadounidenses”.
Cabe destacar que el nombramiento de Ferguson llegó en enero, tras el cese de Lina Khan, que demandó a varias compañías, entre las que se encuentran Amazon, Microsoft o Nvidia; el nuevo presidente, así, es el encargado de una de las últimas investigaciones antimonopolio contra Meta.
De nuevo, todo vuelve a dirigirse al entorno de Trump, ya que más allá de nombramientos asociados al partido republicano, también se ha rodeado de los grandes magnates de la industria tecnológica, como Mark Zuckerberg, llamado a declarar por la compra de WhatsApp e Instagram.
El dueño de Meta, precisamente, ha mostrado en varias ocasiones su apoyo a Trump, incluyendo donaciones económicas millonarias durante la campaña a las últimas presidenciales.
En mitad de este contexto tan tenso a nivel comercial, como han comentado los expertos, la Comisión Europea podría utilizar la DMA como una baza a favor para tratar de compensar el poder de las grandes tecnológicas.
De momento, a la Comisión no le ha temblado el pulso y ha sancionado a este tipo de compañías amparada en el paraguas legislativo, como el caso reciente de Apple, que recibió una multa de 1.800 millones de euros por vulnerar las leyes antimonopolio de la Unión Europea.
A su vez, otras como Google han expresado que no va a cumplir la ley europea para luchar contra la desinformación, en mitad de un contexto comercial realmente tenso que, según parece, responde más a movimientos políticos internacionales.
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Etiquetas: Meta, Estados Unidos