El Santo Padre Francisco ha recibido esta mañana en audiencia privada al arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, quien hace apenas doce días fue apartado de toda autoridad en materia económica, patrimonial y de gestión del clero por decisión de la Santa Sede.
El boletín diario del Vaticano incluye la audiencia junto a otras dos personas:
S.E.R. Mons. Filippo Iannone, O. Carm., prefecto del Dicastero para los Obispos.
La profesora Katharina Westerhorstmann, teóloga moral de la Franciscan University of Steubenville (sede de Gaming, Austria).
¿Cuál es la situación actual del gobierno en la arquidiócesis de Santo Domingo?
La visita de Ozoria Acosta al Papa se produce en un contexto delicado: el pasado 10 de noviembre tomó posesión como arzobispo coadjutor monseñor Carlos Tomás Morel Diplán, con «facultades especiales exclusivas» que suspenden al titular en los ámbitos financiero-económicos y de gobierno del clero.
El propio Ozoria, en carta pública del 12 de noviembre, interpretó la medida como una destitución práctica de sus funciones ejecutivas: «Según las Letras Apostólicas, se me suspende por mala administración, así hay que entenderlo. Nunca se me amonestó o advirtió».
Aunque conserva el título de arzobispo metropolitano y Primado de América, monseñor Ozoria (74 años) queda reducido a funciones esencialmente pastorales y litúrgicas, mientras el coadjutor asume el gobierno efectivo de la arquidiócesis más antigua del continente americano.
La Santa Sede no ha ofrecido explicaciones oficiales sobre los motivos de la intervención, habitual en casos de presuntas irregularidades administrativas o para garantizar la transparencia financiera. La audiencia de este sábado podría haber servido para que el Papa escuchara directamente la versión del prelado dominicano o para cerrar el proceso de transición.




