Los chatbots de inteligencia artificial se han colado en nuestro día a día sin pedir permiso. Conversamos con ellos para trabajar, resolver dudas o simplemente desahogarnos, pero muchas veces pasamos por alto un detalle importante: servicios tan populares como ChatGPT, Gemini o Copilot utilizan por defecto esas conversaciones para entrenar sus modelos. Y ahí terminan desde cuestiones personales hasta temas laborales que quizá jamás compartiríamos con un desconocido.
Para cualquiera que valore la privacidad, esto puede ser un motivo de inquietud. Desactivar el entrenamiento desde el menú de configuración ayuda, pero no elimina todos los riesgos. Existe cierta posibilidad de que una brecha de seguridad también exponga conversaciones. Así que vuelve la pregunta que no terminamos de resolver: ¿existen alternativas que realmente pongan la privacidad por delante? Y si las hay, ¿cuáles funcionan mejor?
Chatbots de IA que protegen mejor nuestra privacidad
En un nuevo vídeo del canal de YouTube de Xataka, Francisco Franconi intenta arrojar luz sobre este dilema. Él mismo admite que no es el mejor ejemplo de prudencia: con los años ha volcado información sensible en ChatGPT. “Tiene mi declaración de la renta, mi historial clínico, sabe a qué hora paseo a mi perro, cuántos días me quedan de vacaciones”, confiesa.
Pero esta vez está decidido a cambiar las reglas del juego. Tras probar varias opciones, ha seleccionado tres alternativas que ponen el foco en la privacidad y que, además, cuentan con versiones gratuitas. Reconoce que hay más, pero ha preferido concentrarse en las que realmente le convencieron.

La primera es Venice. “Tus datos están encriptados y se almacenan localmente en tu navegador y no en sus servidores”, explica Franco, destacando uno de sus grandes reclamos. El funcionamiento de Venice es peculiar: adopta una mecánica distinta a la habitual para gestionar los mensajes, un proceso que detalla paso a paso en el vídeo y que ayuda a entender por qué encaja tan bien en un enfoque más seguro.
La segunda propuesta es obra de un viejo conocido de la privacidad. “Si eres un freak de la privacidad, muy probablemente conozcas el buscador DuckDuckGo, una alternativa a Google que se hizo famosa por no trackear tus búsquedas ni tu historial”, señala nuestro compañero antes de presentar Duck.AI. La herramienta, asegura, ha tenido muy buena acogida y su filosofía es clara: “No compite ofreciendo su propio modelo, sino que garantiza la privacidad en el uso de modelos comerciales o de terceros”, añade.

En el vídeo, Franco también comparte recomendaciones prácticas para aprovechar Duck.AI al máximo, algo útil si buscas un chatbot que encaje en flujos de trabajo más intensivos.
La tercera opción es, quizá, la menos conocida, pero también la que hace una declaración de intenciones más contundente: Okara. Para Franco, esta plataforma es “una declaración de guerra al modelo de negocio de los datos”. Su propuesta se apoya en infraestructura propia, modelos de código abierto y un enfoque de cifrado que da control total al usuario. “Aunque tu historial se guarda en sus servidores, está cifrado de tal forma que solo tú puedes descifrarlo usando tu clave”, explica.
Además de desgranar cómo funciona Okara y qué ventajas aporta, Franco también habla de sus limitaciones. Para algunos usuarios serán detalles menores, pero para otros pueden inclinar la balanza hacia una u otra plataforma.
Cada una de estas alternativas ofrece un enfoque distinto, pero un objetivo en común: la privacidad. Y tú, ¿con cuál te quedarías? ¿Has probado alguno o te tienta dar el salto? Te leemos en los comentarios. Y recuerda que puedes ver el vídeo completo en el canal de YouTube de Xataka.
Imágenes | Xataka
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