La panameña Copa Airlines anunció este miércoles que suspende de manera temporal sus vuelos desde y hacia Caracas “debido a intermitencias en una de las señales de navegación”, un anuncio que se produce después de que muchas aerolíneas decidieran dejar de volar a Venezuela tras advertir el presidente estadounidense, Donald Trump, que el espacio aéreo sobre el país debe considerarse “cerrado en su totalidad”.
“Copa Airlines informa que, debido a intermitencias en una de las señales de navegación de las aeronaves reportadas por nuestros pilotos el día de hoy —situación que en ningún momento comprometió la seguridad operacional— hemos tomado la decisión preventiva de suspender temporalmente los vuelos desde y hacia Caracas el jueves 4 y viernes 5 de diciembre de 2025″, informó la aerolínea en un breve comunicado.
Copa Airlines indicó que se mantendrán “evaluando la situación” y compartirán “nueva información en las próximas 24 horas“.
La decisión de Copa Airlines llega en un momento crítico en Venezuela, acentuado desde que el pasado sábado Trump dijo en la red social Truth que el espacio aéreo de Venezuela permanecería cerrado “en su totalidad”, en medio de la tensión creciente entre Washington y Caracas y el gran despliegue militar estadounidense en el Caribe.
Piden tomar precaución
Antes, el pasado 21 de noviembre, la Administración Federal de Aviación (FAA, en inglés) de EE.UU. había instado a “extremar la precaución” al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe ante lo que considera “una situación potencialmente peligrosa” en la zona.
Por esa razón, varias aerolíneas cancelaron sus vuelos, y el Ministerio de Transporte de Venezuela y el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC) revocaron la concesión de vuelo a varias de ellas, decisión que afectó a Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol, al acusarlas de “sumarse a las acciones de terrorismo” promovidas por Estados Unidos.
- Copa Airlines se mantenía hasta el momento como una de las pocas aerolíneas que no habían cancelado los vuelos a Caracas, así como otras de Colombia y Bolivia, aunque no vinculó directamente la decisión a la crisis entre EE.UU. y Venezuela.
La tensión entre Washington y Caracas ha venido en ascenso tras el despliegue militar estadounidense en el Caribe, defendido por la Casa Blanca como parte de su estrategia contra las drogas procedentes de Latinoamérica, pero que la Administración chavista tacha de “amenaza” e intento de propiciar un cambio de régimen.




