El mercado de Grandes Ligas amaneció tranquilo… y de repente, ¡boom!: un viernes de puro corre-corre, llamadas a última hora y acuerdos cerrándose en cadena. Fue de esos días que te dejan claro que esto no es “temporada muerta”, es un invierno con la liga prendida y varios equipos metiéndole mano a la nómina como si ya estuviéramos en julio.
Los Rays fueron el eje del movimiento, a su estilo: calculadores, fríos y siempre un paso adelante. Tampa Bay se metió en un cambio de tres equipos que mandó al intermedista Brandon Lowe a los Pirates, pero la cosa no se quedó ahí. En el mismo paquete también salieron el jardinero Jake Mangum y el zurdo Mason Montgomery rumbo a Pittsburgh. Los Pirates, por su lado, enviaron al derecho Mike Burrows a los Astros, y Houston compensó a Tampa con el jardinero Jacob Melton y el pitcher Anderson Brito. Un trueque con sabor a “reparto de cartas”: cada cual cogió lo que le conviene hoy… y lo que le conviene mañana.
Y como si fuera poco, los Rays soltaron otra bomba: traspasaron al abridor Shane Baz a los Orioles. A cambio recibieron un paquete grande: el receptor Caden Bodine, el OF Slater de Brun, el derecho Michael Forret, el OF Austin Overn y, ojo con esto, un pick del Draft 2026 (Competitive Balance Round A, No. 33). Baltimore se fue por el brazo ya hecho, listo para aportar; Tampa, como acostumbra, se llevó volumen, proyección y control a futuro. Ese es su negocio: vender “valor caro” y comprar “valor que sube”.
Mientras tanto, los Filis también se montaron en la ola, tocando un área que en octubre se vuelve vida o muerte: el bullpen. Filadelfia cambió al zurdo Matt Strahm a Kansas City por el derecho Jonathan Bowlan, y además se buscó otro brazo zurdo, Kyle Backhus, en un movimiento con Arizona, enviando a cambio al CF Avery Owusu-Asiedu. Traducción dominicana: los Filis se están armando con piezas específicas, buscando encajar perfiles, no nombres bonitos.
El mismo día dejó otras firmas que, aunque no griten “megabomba”, sí dicen mucho de las intenciones. Arizona firmó al derecho Merrill Kelly; Minnesota sumó al inicialista Josh Bell; San Diego aseguró a Michael King (y lo activó); San Francisco pactó con Adrian Houser; y Texas reforzó el bullpen con Chris Martin. Son movimientos de “profundidad”, sí, pero el que conoce la liga sabe que esos son los que después te salvan semanas completas cuando llegan lesiones, bajones y doble tandas.
Y claro, también apareció el lado áspero del negocio: equipos soltando gente para abrir espacios. Los Giants designaron para asignación al OF Wade Meckler; los Orioles hicieron lo mismo con el zurdo Josh Walker; y los Pirates movieron piezas como Marco Luciano y el SS Tsung-Che Cheng a zona de decisión. En buen dominicano: unos compran, otros se sueltan de arriba; esto es un mercado donde nadie quiere quedarse mirando.
Al final, el mensaje de este viernes fue clarito: la MLB está en candela. Unos van por el “ahora mismo”, otros se están llenando de talento con control, y los más vivos están haciendo las dos cosas a la vez. Y si el invierno ya arrancó así, lo que viene es más movimiento… porque cuando la liga entra en este ritmo, lo próximo no es pausa: es otro palo.




