El Banco Central de la República Dominicana, en interés de mantener debidamente informados a los agentes económicos y al público en general, presenta un análisis sobre el desempeño del sistema financiero durante el 2025. Estos resultados resaltan la fortaleza de los intermediarios financieros, especialmente de los bancos múltiples, en términos de su solvencia, rentabilidad y gestión financiera.
De igual manera, se destaca el rol de la Administración Monetaria y Financiera para preservar la estabilidad y el crecimiento de la economía dominicana ante el convulso e incierto panorama de la economía mundial, donde los factores geopolíticos y las condiciones financieras restrictivas a nivel internacional han limitado la inversión y el crecimiento de algunos de los principales socios comerciales del país.
Durante el transcurso del año 2025, los activos totales del sistema financiero dominicano se han incrementado más de RD$343,000 millones, hasta alcanzar los RD$4.19 billones (52.6% del producto interno bruto -PIB-), conforme a las últimas informaciones disponibles a noviembre por el Banco Central. En este dinamismo de los activos ha incidido el crecimiento de la cartera de crédito y las inversiones de las entidades de intermediación financiera, las cuales se han incrementado más de RD$191,000 millones y RD$85,000 millones, respectivamente, hasta totalizar RD$2.30 billones (28.9% del PIB) y RD$1.0 billones (12.6% del PIB), para financiar las actividades de consumo, comercio, adquisición de viviendas, industrias manufactureras, entre otras actividades importantes para la economía dominicana.
La cartera de crédito al sector privado no financiero ha exhibido un crecimiento balanceado, donde aproximadamente el 72% de estos créditos se ha colocado a deudores con una clasificación de riesgo A, que pagan a tiempo y no mantienen atraso de más de 30 días, manteniendo la morosidad de los créditos cerca de 1.9%, nivel consistente con el componente estacional de cierre de año del ciclo de crédito. A su vez, los niveles de cobertura de la cartera de créditos vencida han oscilado en torno a 162 %, es decir, que por cada RD$1 de préstamo vencido el sistema financiero dispone de RD$1.62 para su cobertura.
El crecimiento de los activos ha estado sustentado en las captaciones del público, las cuales han reflejado el aumento de los depósitos del público en moneda nacional, que se han incrementado RD$189,000 millones (9.0%) hasta alcanzar RD$2.27 billones (28.5% del PIB); mientras que los depósitos del público en moneda extranjera han totalizado más de US$14,500 millones, que representan el 11.9% del PIB y el 31.5% del flujo estimado de generación de divisas de la economía dominicana, el cual podría superar los US$46,000 millones en 2025. Este comportamiento revela la confianza del público en el mantenimiento de las condiciones de estabilidad de las entidades de intermediación financiera.
En términos del capital y la solvencia patrimonial de las entidades, el capital y las reservas se han incrementado más de RD$43,000 millones (13.3%), totalizando RD$365,000 millones; a la vez que los resultados acumulados y del ejercicio han alcanzado RD$136,000 millones, lo que ha fortalecido el patrimonio neto de las entidades hasta RD$511,000 (6.4% del PIB). Estos niveles de patrimonio, en conjunto con el crecimiento saludable de los activos, han resultado en que la rentabilidad del patrimonio (ROE) sea aproximadamente 21.65%, a la vez que los niveles de rentabilidad de los activos (ROA) se ubique en torno a 2.59%, reflejando un coeficiente de solvencia de 17.07% para el sistema financiero en su conjunto a septiembre de 2025, muy por encima del mínimo de 10% que requiere la Ley No.183-02 Monetaria y Financiera de 2002.
Los análisis de estabilidad financiera y las pruebas de estrés realizadas al sistema financiero consolidado, no encuentran evidencia de vulnerabilidades financieras significativas que puedan comprometer la provisión de servicios financieros de la economía dominicana. Aún ante la ocurrencia de escenarios severos y extremos de riesgos, las entidades cuentan con niveles de capital suficientes para mantener la provisión de servicios financieros, donde el sistema financiero consolidado mantiene niveles de capital superiores al 6% del PIB.
Cabe destacar que la Administración Monetaria y Financiera ha adoptado medidas recientes para prevenir riesgos en las operaciones de las entidades de intermediación financiera. Recientemente, mediante la Tercera Resolución de la Junta Monetaria de fecha 13 de marzo del 2025, se fortaleció el fondo de contingencia que sirve para garantizar los depósitos del público en las entidades de intermediación financiera, donde ahora los ahorros de cada depositante en las entidades están garantizados hasta una cuantía de RD$2,355,000. A su vez, se actualizaron este año el Reglamento Cambiario y el Reglamento de Riesgo Operacional, para fortalecer la transparencia, gestión de riesgo y conducta de mercado.
Por su parte, producto de las medidas monetarias y financieras adoptadas en 2025, las tasas de interés del sistema financiero se han reducido significativamente en los últimos meses, destacándose la tasa interbancaria de la banca múltiple, la cual se ha reducido de un máximo de 12.59% en junio de 2025 a 7.05% en el curso del mes de diciembre de 2025, es decir, una disminución de 554 puntos básicos. Por su parte, el promedio de las tasas de interés activas de la banca múltiple pasó de 15.05% en diciembre de 2024 a 13.37% en lo transcurrido de diciembre de 2025, para una reducción de 168 puntos básicos, contribuyendo a aliviar las condiciones financieras de los agentes económicos y a futuras reducciones de los niveles de morosidad de la cartera de crédito.
Ante los retos en las perspectivas económicas mundiales, el sistema financiero dominicano se ha mantenido estable y resiliente. La reciente modificación al Reglamento de Riesgo Operacional establece las bases importantes sobre las cuales las entidades deben realizar una adecuada gestión de riesgos emergentes en el mediano plazo, como el riesgo de ciberseguridad, inteligencia artificial y el riesgo climático. Hacia 2026, se espera que la cartera de crédito se expanda entorno al 10% – 12%, mientras los activos totales se ubiquen cerca del 52% del PIB, a la vez que las captaciones y el patrimonio continúen fortaleciéndose conforme a su tendencia histórica. En ese orden, la Administración Monetaria y Financiera se encuentra vigilante y preparada para actuar en la preservación de la estabilidad del sistema financiero.




