Vas con el coche a la salida del trabajo. Llegas a tu barrio y… no hay sitio. ¿Cuántas veces te ha pasado esto? A nosotros unos miles de veces, y nunca es agradable dar 20 vueltas buscando una mísera plaza donde aparcar. Aquí los trucos de un psicólogo cuando esto sucede.
Para estas situaciones, la picaresca típica recae en que alguien de la familia esté atento desde la ventana para que, en cuanto un coche se vaya, bajar a reservar la ansiada plaza que se queda libre. Algunos matarían por esa plaza, aunque sea una de esas donde es difícil aparcar.
Pero ¿es legal reservar una plaza de aparcamiento pública? Vamos a ver qué dice la Ley al respecto, pero te adelantamos que no parece algo que se pueda hacer con la constitución en la mano.
La Ley de Tráfico y Seguridad Vial actualizada especifica que “mientras exista refugio, una zona peatonal o algún otro espacio adecuado, los peatones no podrán permanecer detenidos en el arcén ni en la calzada, ni aunque sea a la espera de un vehículo, ya que para subirse tendrán que esperar guarecidos a que este se encuentre a su altura”.
Esto quiere decir que un peatón no puede meterse en la carretera, bajo ningún concepto. Tan solo puede hacerlo para montarse en un vehículo, lo que no es el caso, porque nosotros estaríamos en la vía pública para reservar un sitio, no para subirnos al vehículo.
Y si bien es una acción difícil de sancionar, un guardia de tráfico si nos pilla en la vía guardando un sitio de aparcamiento nos podría poner una multa si quisiera. Además de que guardar un sitio puede ocasionar altercados entre los conductores que quieran aparcar en ese sitio ilegalmente reservado.
La multa por atravesar la calzada fuera del paso de peatones es de 80 euros, por lo que un agente de tráfico podría recurrir a esa sanción para multarnos en caso de que decidamos guardarle el sitio a nuestro primo que llega tarde de trabajar.
