Sacarse el carné de conducir es, podríamos decir, una suerte de rito de paso hacia la adultez. Cierto es que antes era una de las prioridades de todo joven y que hoy hay quedado bastante aparcado en pro de otros menesteres, pero para quien quiere su licencia, sigue siendo un momento de tensión.
Es por eso que una de las dudas más habituales es la siguiente: ¿cuántos fallos se pueden tener para aprobar el carné de conducir?
La respuesta es sencilla, pero hay que fraccionarla, puesto que no es lo mismo en el caso del carné de coche que en el carné de moto, cuando hablamos del teórico, y luego también están los fallos permitidos en el examen práctico.
Fallos en el examen teórico del carné de coche
El examen teórico del carné de coche es la primera prueba para obtener la licencia, una que suele jugar malas pasadas por los nervios y en la que más de uno se ha lamentado por confusiones y fallos tontos.
El hecho de que el tiempo para llevar a cabo la prueba sea limitado, solo 30 minutos, tampoco ayuda, aunque en realidad se cuenta con un minuto por cada una de las 30 preguntas, así que en realidad si hay tiempo para ello.
Ahora bien, ¿cuántos fallos están permitidos? Es posible tener hasta tres fallos para aprobar, pero con el cuarto es suspenso y tendrás que volver a presentarte al examen.
Fallos en el examen teórico del carné de moto
El examen teórico para sacarse el carné de moto es parecido al de coche, pero tiene sus diferencias. Para empezar, es necesario hacer el teórico común, que es el estándar de 30 preguntas en 30 minutos con tres posibles fallos. Es, por tanto, una primera criba.
Después, el específico de moto es algo más reducido, puesto que solo hay que responder a 20 preguntas, pero el número de fallos permitidos se reduce en la misma proporción: solo se admiten dos errores, con el tercero se dará como suspensa la prueba.
Fallos en el examen práctico del carné
Cuando se pregunta por los fallos permitidos para sacarse el carné, la mayoría de la gente piensa inmediatamente en el teórico. Sin embargo, lo cierto es que es el práctico el que constituye la auténtica prueba de fuego y el que, por norma general, el que más se le atraganta a los futuros conductores nóveles.
De hecho, como no está basado en cuestiones concretas que se puedan comprobar, son muchos los que suspenden y no están de acuerdo con el resultado, argumentando que tal o cual fallo “no había sido para tanto”. Lo que quizá no saben es que hay un modo de evaluación predefinido que es muy concreto al respecto: con 10 puntos negativos, se suspende.
La duda que puede surgir, y que es completamente lógica, es qué son esos puntos negativos.
La DGT considera que durante el examen práctico se pueden tener fallos de tres categorías distintas:
- Falta leve: las de menor importancia y relativas al manejo de los mandos o a maniobras de poca relevancia
- Falta deficiente: se incluyen aquellos problemas al realizar maniobras que pongan de manifiesto una destreza insuficiente para el manejo del coche y los mandos del mismo
- Falta eliminatoria: son las más graves y demuestran que la persona no está capacitada para conducir y realizar las maniobras pertinentes de una manera segura
Cada una supone un número distinto de puntos negativos: 1 para las faltas leves, 5 para las deficientes y los 10 directamente para las eliminatorias.
Así, durante el curso de un examen, para aprobar, como mucho hay que tener una deficiente, una deficiente y hasta cuatro leves, o hasta nueve leves. Todo lo que sea superarlos implicará suspender.