MSI Summit MS321UP, análisis y opinión

Cuando pienso en MSI, automáticamente me voy a sus dispositivos para jugar. Estos últimos meses hemos analizado el MSI Optix, un monitor bastante interesante de gran pulgada, y el Pulse GL76, un portátil con la RTX 3070.

Sin embargo, también tienen productos interesantísimos para un sector profesional con portátiles Creator Z16 o monitores. Y, precisamente, hace unas semanas estuve trabajando en uno de esos monitores no creados específicamente para jugar y con un nombre de esos que hay que revisar.

A continuación, te cuento mi opinión del MSI Summit MS321UP en este análisis en el que te muestro dónde se desenvuelve mejor y te digo para qué tipo de usuario creo que está destinado.

Apartados de la review del MSI Summit MS321UP:

Identidad marca de la casa y un accesorio TOP para editar foto y vídeo

Si empezamos hablando del diseño, tengo que decir que me gusta ver una identidad en las distintas familias de los fabricantes. Eso ocurre con MSI y sus monitores tanto profesionales como gaming.

Y es que, hay similitudes claras en el diseño de algunos elementos, como su trasera, aunque evidentemente aquí no tenemos el típico escudo con el dragón, algo que MSI reserva para sus dispositivos enfocados a jugar.

Antes de pasar al monitor, voy a ir con la base y el brazo. Y es que, son dos elementos muy importantes y lo cierto es que los de este modelo me han encantado.

Tanto la base (cuadrada y con unas dimensiones enormes que dan seguridad) como el brazo están construidos en aluminio y plástico y se sienten muy robustas.

El soporte del monitor es VESA 100 que anclamos a la pantalla con los enganches habituales y cuatro tornillos para más seguridad y nos va a permitir distintos ángulos de trabajo.

Y es que, nos permite realizar inclinación tanto en el eje vertical como en el horizontal para adaptar el monitor a nuestro espacio de trabajo o postura fácilmente. Además, tiene un sistema hidráulico que nos permite subir y bajar el monitor para que siempre esté a la altura de nuestros ojos.

Es un sistema muy suave, no hace falta ajustarlo usando las dos manos y me ha resultado de lo más cómodo y práctico. 

Lo único que no vas a poder hacer es rotar el monitor para que tenga una disposición vertical. Eso habría sido ideal para ciertos casos, pero también habría incrementado el precio.

La base tiene un perímetro con un detalle dorado y el brazo cuenta con un recogecables, algo muy útil como verás dentro de unas líneas.

Y si pasamos al monitor, lo cierto es que contamos con un diseño atractivo. Prácticamente no tenemos marco superior ni laterales, ya que el panel aprovecha bastante bien el espacio, y lo que sí tenemos es una barbilla que no es tan ancha como la de otros modelos recientes y que, aun así, esconde un par de cositas interesantes.

Cómo no, tenemos el logo de MSI en la parte central, pero justo bajo él se encuentra una webcam (de una calidad bastante mala, pero que te puede salvar en un apuro) y una pareja de micrófonos.

El modo de control es el típico actualmente con unos botones de encendido y acceso a la calibración en la parte inferior derecha y un joystick de control en la parte trasera. Me parece que este joystick está bien ubicado, ya que en otros monitores está demasiado arriba y no es intuitivo. Aquí creo que tiene la ubicación ideal.

Y en la caja, además de un montón de cables que veremos enseguida, tiene una visera imantada que se fija de forma muy fácil al monitor, que se queda bien pegada, que no “baila” y que sirve para mitigar reflejos en algunos ambientes para, así, mejorar la precisión del panel a la hora de editar el color en fotos y vídeos.

Esto me ha encantado porque el sistema de imanes es fuerte y, además, cuando no lo quieras lo puedes plegar fácilmente para guardar en un cajón.

Puertos a tutiplén para que el monitor funcione como un dock

La matriz de puertos de este monitor merece un apartado propio y, desde ya, te tengo que decir que es de lo mejorcito que ha pasado por nuestro banco de análisis.

Si trabajas con un sobremesa, y lo tienes en el suelo, y sobre todo si trabajas en un portátil de Apple (que no sea el nuevo MacBook Pro) o un Ultrabook Windows, seguramente tendrás un dock encima del escritorio para tener ciertos puertos al alcance.

Yo trabajo con un MacBook Pro de 2020 con solo dos USB-C y es un incordio porque si salgo de viaje tengo que ir con el adaptador y, cuando estoy en casa, necesito sí o sí algo como el dock Thunderbolt 4 de Razer que analizamos hace unos meses.

Sin embargo, con este monitor suprimimos la necesidad de puertos (al menos en gran medida) ya que tenemos un montón al alcance. 

Como has visto en la tabla de especificaciones, tenemos variedad de USB-A, pero también un USB-B para conectar directamente a nuestro equipo y poder usar periféricos y dispositivos de almacenamiento directamente desde el monitor, así como distintos puertos de vídeo, audio y un lector de SD.

Es comodísimo tener el monitor en tu escritorio, conectar el portátil tras un día fuera, conectar un cable y empezar a trabajar con el teclado y ratón conectado al monitor, con una buena gestión de cables y sin dificultad.

Ahora bien, si trabajas en un MacBook, echarás de menos una cosa. Y es que, al menos en mi unidad con M1, el USB-C solo funciona como paso de vídeo. Es decir, podemos ver la pantalla del MacBook en el monitor sin tener que tirar de HDMI, simplemente con el USB-C.

Habría estado genial que este puerto diera alimentación al portátil para no tener dos cables conectados al MacBook (el USB-C de vídeo y el de alimentación), ya que como no tiene más puertos, vas a necesitar un adaptador si quieres periféricos externos.

Pero bueno, entiendo que en ese caso habría que meter un puerto Thunderbolt 3 como mínimo y eso es algo que habría encarecido el producto.

Lo que me ha encantado son las opciones de PIP y que tiene un KVM integrado. Esto ofrece la posibilidad de controlar dos ordenadores sin tener que desconectar el teclado y el ratón para conectarlos a cada uno de ellos. 

Me parece una opción muy acertada y que potencia esa especie de dock integrado que tiene el monitor.

Buen brillo y ángulos de visión correcto, pero con 10 bits que no son reales

Y es que, pese a que el diseño está bien y la conectividad me parece prácticamente perfecta, donde está el núcleo de la experiencia y en lo que MSI más se ha centrado en este modelo es en la calidad del panel.

A simple vista no parece nada demasiado espectacular, ya que es un IPS con resolución 4K y solo 60 Hz, pero cuando te pones a trabajar y a indagar un poco en sus especificaciones, te das cuenta de que estás ante un monitor muy indicado para trabajos semiprofesionales de edición de foto y vídeo.

No lo comenté antes, pero los dos HDMI que tiene son 2.0b y sí, por pedir, en 2022, estaría genial que fueran 2.1, pero realmente sería malgastar recursos porque para 4K60, el HDMI 2.0b cumple de sobra. 

Aunque vas a poder jugar (tiene algunos defectos como blur, ojo ahí), no es un monitor pensado para videojuegos pese a que sea compatible con FreeSync y tenga algunas configuraciones pensadas para juegos. Así que, no es el que debes comprar para jugar en PC o para conectar tu Xbox Series X o PlayStation 5.

Dicho esto, para trabajar me parece un monitor espectacular y, cuando digo “trabajar”, me refiero a un perfil que pueda ser como el mío. Escribo textos, evidentemente, pero también me paso muchas horas tanto produciendo vídeo como editando fotos.

No aplico un plugin y listo, sino que retoco el color, necesito alta resolución de panel y, sobre todo, que los colores que veo en el mismo sean los más “realistas” y planos posibles para adaptarse a todo tipo de paneles, desde teléfonos móviles a portátiles pasando por televisores, monitores nuevos, monitores viejos y cualquier pantalla en la que ves nuestro contenido.

Cuanto mejor “coloreada” esté la foto que subo, mejor se adaptará a un amplio abanico de pantallas y necesito precisión, pero tampoco una precisión máxima porque no soy un profesional solo de la imagen ni voy tan al detalle como ese tipo de usuarios.

Así que, lo que me ofrece este monitor es más que suficiente porque los ángulos de visión del panel son correctos para un IPS, la precisión de color en sRGB y DCI-P3 no llega al máximo en ningún caso, pero está en unos valores muy adecuados para trabajar y, en definitiva, tiene una calibración de fábrica en cada unidad que me ha parecido muy acertada.

Hay posibilidad de cambiar diferentes ajustes en los perfiles de color, pero si no te quieres meter en ese lío, lo que ofrece cuando lo sacas de la caja ya tiene calidad suficiente para un abanico de situaciones.

Eso sí, aunque se diga que este monitor tiene una profundidad de color de 10 bits, realmente es interpolado, ya que tiene una profundidad de 8 bits + FRC. Creo que sería adecuado tener en un monitor de este precio y enfoque esos 10 bits nativos.

Y algo que me ha gustado es el brillo. Cuenta con el estándar DisplayHDR 600 que ofrece un muy buen nivel de brillo y tiene un acabado mate. Sin embargo, si estás cerca de una ventana o fuente de luz potente, conviene poner la visera para quitar algunos reflejos.

Por último, tengo que comentar que también me ha gustado mucho el software integrado en el monitor para poder controlar los parámetros de la imagen, el brillo, la fuente de entrada, las opciones de PIP/PBP o la calibración de color.

La verdad es que la navegación es un gustazo gracias al joystick trasero y no tengo nada que objetar en este sentido. Ojalá todas las compañías ofrecieran un sistema tan claro y con tan buen control como el de los monitores MSI.

MSI busca la calidad/precio para profesionales de la imagen

MSI no es una marca que tenga, precisamente, bajos precios. Suele ofrecer productos TOP con buenas características y componentes y, además, el propio prestigio del nombre. 

Es algo similar a lo que hacen Razer o Asus, sin salirnos demasiado del segmento de las compañías estrechamente relacionadas con el gaming.

Sin embargo, aquí han intentado ofrecer un producto que es bastante interesante en su conjunto, pero que brilla por la parte principal del producto: la pantalla.

Es cierto que 60 Hz por este precio es poco y que habría estado genial, una cobertura del 100% tanto de sRGB como del espacio DCI-P3, así como 10 bits reales de profundidad de color, pero tenemos un panel brillante, adecuado para un uso semiprofesional de edición de imagen y, además, con detalles importantes como la visera imantada.

Me gusta el software, también el brazo y los controles y los detalles como la multitud de puertos, la webcam integrada, los micrófonos y el lector de SD me parece un detalle genial en un monitor como este.

Creo que, para un usuario con portátil/sobremesa Windows que quiera iniciarse en los monitores de estas características, pero que no se van de precio, es una buena opción. Sin embargo, para usuarios de Apple, buscaría un monitor con Thunderbolt 3.