¿Cuántas veces te ha molestado tu impresora anunciándote que no tienes tinta y que debes reponerla? A nosotros media docena de veces, a otros unas cuantas más. Por ese motivo en HP lanzaron un servicio de suscripción llamado Instant Ink que decía encargarse de todo.
Y de esto ha hablado un periodista de The Atlantic, el cual se ha sentido coaccionado por HP y su servicio de reposición de cartuchos. En palabras del autor, parece que su impresora no es de su propiedad, sino de HP y él solo la alquila.
“Descubrí un mensaje de error en mi ordenador indicando que mi HP OfficeJet Pro había sido desactivada remotamente por la compañía. Cuando entré en el sitio web de HP, supe por qué: La tarjeta de crédito que había utilizado para suscribirme al programa de recarga de cartuchos Instant Ink de HP había caducado“, explica el periodista.
Instant Ink es un programa de suscripción mensual que pretende controlar el uso de la impresora y los niveles de tinta y enviar automáticamente nuevos cartuchos cuando se agoten. El nombre es engañoso, porque la cuota mensual no es por la tinta en sí, sino por el número de páginas impresas.
Como mucha gente, el experto se inscribió con prisas durante el proceso de configuración de la impresora, apenas consciente de lo que estaba comprando.
El engaño del servicio de HP para convertirse en el Netflix de las impresoras
La cuota mensual se paga tanto si imprimes como si no, y los cartuchos de tinta ocupan espacio en casa. Los posees, pero, en esencia, los alquilas tanto a ellos como a tu máquina mientras estás inscrito en el programa.
Es decir, te gastas más de 200 euros en una buena impresora y tienes el despacho lleno de cartuchos de tinta, pero no son tuyos, denuncia el periodista. Y como se te ocurra darte de baja del servicio te quedas sin poder utilizarla.
Una demanda colectiva pendiente en California alega que el programa Instant Ink tiene “trampas significativas” y no entrega los cartuchos nuevos a tiempo ni permite a los inscritos utilizar cartuchos comprados fuera del servicio de suscripción, por lo que el consumidor a menudo no puede imprimir.
Parker Truax, portavoz de HP, explicó que: “Los cartuchos Instant Ink seguirán funcionando hasta el final del ciclo de facturación. Para seguir imprimiendo después de que cancelen su suscripción a Instant Ink y termine su ciclo de facturación, pueden comprar y utilizar cartuchos originales HP“.
“Nadie me dijo que si cancelaba, entonces todos esos cartuchos dejarían de funcionar“, se queja otro propietario de una impresora HP citado en el artículo.
Pero el artículo concluye finalmente que la estafa de la impresora es “solo un ejemplo de cómo las suscripciones digitales han impregnado la tecnología física tan profundamente que están difuminando las líneas de propiedad. El futuro puede ser realmente oscuro y HP es ejemplo de ello.