Hace unos días los peores temores de los usuarios se hacían realidad: Netflix prohibía compartir las cuentas de usuario fuera de la vivienda habitual y creaba un sistema de subcuentas con coste adicional. ¡Quien quiera ver series, que se las pague!
De este modo, España se convertía en uno de los cuatro países pioneros en la restricción de las cuentas compartidas fuera de la la vivienda principal, por lo que o se mudan a tu casa o tendrás que dejar de compartir la cuenta de Netflix con tu familiares y amigos.
Aplicar este límite es un experimento de alto riesgo que puede costarle muy caro a Netflix. Dos de cada tres usuarios asegura que se dará de baja de la plataforma y, de hecho, muchos usuarios ya lo han hecho tan pronto como el mensaje informativo ha aparecido en sus televisores.
En este mensaje se indica un plazo para registrar cuál de los dispositivos vinculados con la cuenta de Netflix corresponde a la vivienda habitual. Sin embargo, la ubicación de dispositivos que detectaba la plataforma auguraba un enorme problema para Netflix: las IP dinámicas.
No, Netflix, mi televisor no está a 600 km de mi casa
La mayoría de las conexiones a internet en España utilizan IP dinámica y se conectan a distintos nodos de conexión en función de la carga de la red en el momento de fijar la IP del router.
Eso significa que, en ocasiones un router puede conectarse a un nodo de tu compañía situado a 50 metros de tu casa, y en otras a 600 km. ¿Y qué tiene que ver eso con Netflix?
Pues Netflix pretende establecer la ubicación de la vivienda principal cotejando la ID del dispositivo (un televisor) y una IP. El problema es que Netflix va a pensar que le has puesto ruedas a tu tele porque en ocasiones va a detectar que tu nuevo televisor está en Barcelona y otras tal vez en Cádiz, A Coruña o Madrid.
Hay vida más allá del salón, y eso sí que va a ser un lío
El lío con las cuentas compartidas desde televisores se queda en una nimiedad si lo comparamos con la que se le viene encima a Netflix para controlar si los usuarios están compartiendo sus cuentas utilizando dispositivos móviles, TV Box o dispositivos de terceros como el Fire TV Cube.
Son muchas las preguntas para las que Netflix todavía no tiene una respuesta clara. ¿Si viajo mucho por trabajo y cada día veo Netflix desde una ubicación diferente, la compañía creerá que estoy compartiendo mi cuenta? Si el familiar con el que comparto mi cuenta usa un TV Box con Android o Fire TV, ¿detectará que estoy usando un dispositivo móvil o una cuenta compartida? Mira, esto es un sinvivir con tanta incógnita.
Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error
En los últimos años hemos visto como han ido apareciendo nuevas plataformas de contenido en streaming y la variedad ha propiciado una auténtica guerra de plataformas. Este entorno tan beligerante me recuerda una cita atribuida a Napoleón: “Nunca interrumpas a tu enemigo cuando está cometiendo un error”.
El experimento en España no es ningún capricho y, de hecho, el experimento le puede salir muy caro a Netflix si las previsiones se cumplen y muchos de sus usuarios, cansados de precios altos, cancelaciones de series populares y contenidos mediocres, se dan de baja de la plataforma.
A quién seguro que va a beneficiar el experimento que ha emprendido Netflix es a sus principales rivales: HBO Max y Disney+, que se han sentado cómodamente en sus sillones comiendo palomitas viendo la jugada desde la barrera acogiendo de buen grado a todos los usuarios que han abandonado el calor de la Gran N. Pero este solo es una parte.
Si el experimento de Netflix sale bien y finalmente no hay una fuga de usuarios no es tan masiva como parece, se abrirá la puerta para que otras plataformas lo hagan en el futuro, ofreciendo nuevos planes de suscripción para controlar las cuentas compartidas. La alternativa es volver a los torrents y las VPN, así que por nuestra comodidad, lo mejor es que todo vuelva a su cauce.
