Con las olas de calor a punto de finalizar, el frío empieza a instalarse en las calles y en las casas, por lo que es el momento en el que muchas familias se preparan para encender la calefacción, que es uno de los grandes responsables de las facturas más elevadas del año.
Lo mismo que ocurrió con ventiladores y aires acondicionados durante el verano, ahora llega el turno de los radiadores, un gasto que puede dispararse en pocos meses. En plena escalada de precios energéticos, cada grado de más en casa se traduce en un golpe directo al bolsillo.
Ante este panorama, hay un truco casero muy barato que ayuda a sacar mayor partido al calor emitido por los equipos de calefacción. Los expertos aseguran que, por menos de 8 euros, puedes reducir la pérdida térmica en tu vivienda y mantener las estancias más cálidas sin necesidad de subir el termostato.
Aunque cada país afronta sus propios precios de la luz, la calefacción sigue siendo uno de los mayores gastos energéticos en cualquier hogar. En España la preocupación es la misma, sobre todo cuando el invierno aprieta y encender la calefacción a diario se convierte casi en un lujo.
El truco barato para ahorrar calefacción que puedes aplicar hoy mismo
La idea es sencilla, porque solo es colocar papel de aluminio o láminas reflectoras detrás de los radiadores. El principio físico es básico, puesto que en lugar de que el calor se pierda a través de la pared, el aluminio lo devuelve hacia la habitación, mejorando la eficiencia del sistema.
Este método resulta útil en muros exteriores, donde la pérdida de calor es mayor. No requiere conocimientos de bricolaje ni instalaciones complicadas, basta con medir la superficie, cortar el material y colocarlo en la parte posterior del radiador.
El coste es mínimo, ya que un rollo de papel de aluminio que se vende en cualquier supermercado es muy barato, incluso puede que ya lo tengas en la cocina. La diferencia puede ser notable sin necesidad de hacer reformas ni gastar en soluciones costosas.
¿Realmente funciona?
Hay personas que aseguran que han notado hasta tres grados más de temperatura en la habitación tras colocar las láminas de aluminio, mientras que otros usuarios dicen que el truco apenas se nota. Lo cierto es que no supone ningún riesgo y el coste es tan bajo que merece la pena probarlo.
Los expertos subrayan que no se trata de una solución milagrosa, sino de una ayuda extra para aprovechar mejor la energía que ya consumes.
Incluso si el resultado no es espectacular, sigue siendo una forma sencilla de reducir pérdidas térmicas y aumentar la sensación de confort. Algunos recomiendan combinar este método con otras medidas básicas, como ropa térmica, calcetines de lana o pequeños ajustes en casa.
Otros consejos para mantener tu casa caliente gastando menos
Cabe señalar que el papel de aluminio detrás de los radiadores es solo una parte de la ecuación. Hay otros gestos sencillos que puedes aplicar desde hoy y que, sumados, hacen que el calor dure más tiempo dentro de tu vivienda sin disparar el contador.
Refuerza el aislamiento de ventanas y puertas: Las rendijas por donde se cuela el aire frío son responsables de gran parte de la pérdida de calor. Un burlete adhesivo cuesta apenas unos euros y puede reducir esas fugas de forma inmediata. También puedes recurrir a alfombrillas para tapar la entrada de aire bajo las puertas.
Programa la calefacción de forma inteligente: Encenderla solo cuando estás en casa o programar franjas horarias concretas evita un gasto innecesario. Incluso los modelos más antiguos suelen permitir la instalación de un temporizador externo que ayuda a controlar el consumo.
Aprovecha el poder de las cortinas gruesas: Por la noche, mantenerlas cerradas funciona como una capa extra de aislamiento, reteniendo el calor acumulado durante el día. Si durante la mañana tienes sol directo, abrirlas ayuda a calentar la estancia de forma natural.
Añade alfombras y textiles: No se suele mencionar, pero cubrir suelos fríos con alfombras ayuda a conservar la temperatura interior. También los cojines y mantas contribuyen a generar una sensación térmica más cálida sin necesidad de subir el termostato.
El verano nos obligó a pensar en ventiladores y aires acondicionados; ahora el invierno nos recuerda que la calefacción es otro de los grandes focos de consumo.
Por menos de 8 euros puedes colocar papel de aluminio detrás de tus radiadores y reducir el desperdicio de calor. No es una solución definitiva, pero sí una ayuda práctica y económica para sobrellevar los meses más fríos con un gasto menor.
Puede que las eléctricas lo odien, pero tu bolsillo agradecerá cada grado de calor que consigas mantener dentro de casa para un mejor confort.
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