Muchas veces, vivimos en la inopia, ignorantes de muchas cosas, para bien o para mal. Por ejemplo, no fue hasta la pandemia que aprendimos lo frágiles que somos ante un enemigo que no podemos ver, un virus. Y esta es solo una diminuta parte de todos los peligros que nos acechan en cada cosa que hacemos.
De esto se dio cuenta una joven estudiante de medicina, (@martiumedicina) en TikTok. En uno de sus vídeos, que acumula más de 100.000 “me gusta”, explica cómo, a raíz de ampliar sus conocimientos en salud, ha dejado de hacer ciertas cosas que los demás hacemos sin pensar y sin saber que son un peligro. Por ejemplo, explica que ha dejado de crujirse los huesos desde que vio “la radiografía de una persona con una espina de las vértebras rota de haberse crujido el cuello”, algo que impresionaría a cualquiera.
@martiumedicina cosas q ya no hago ❌ #medicina #maloshabitos #aprendeentiktok #lentejas #fyp #parati ♬ sonido original – Martiu
Otra de sus confesiones dejó en shock a sus seguidoras. La joven dejó de hacerse las uñas por dos motivos: porque hay varios estudios que afirman que la luz ultravioleta de las lámparas estéticas causa cáncer de piel, y porque afirma que no existe un protocolo de desinfección de los materiales utilizados, y las enfermedades pasan de cliente a cliente, como la hepatitis. “Por ahorrar un poco de dinero, que puede salir muy caro”, insiste.
Lo que ha comenzado a hacer desde que estudia medicina
Pero no todas las cosas que se aprenden en medicina sirven para asustarnos y hacer que nos encerremos en una burbuja. Gracias a lo que está aprendiendo, la tiktoker ha incorporado varios buenos hábitos a su día a día. Por ejemplo, desde que tiene más conocimiento sobre dermatología, las afecciones de la piel y el desarrollo de cáncer, ha comenzado a lavarse la cara cada mañana y cada noche. Además, emplea crema con protección solar en el rostro todos los días del año sin excepción.
@martiumedicina algunos buenos habitos ✅ #buenoshabitos #medicina #aprendeentiktok #fyp ♬ sonido original – Martiu
Por otra parte, algo que muchos aprendieron en la pandemia fue a lavarse mejor y más a menudo las manos. La joven estudiante cuenta que, desde que es sabedora de todos los hongos, bacterias y virus que hay por ahí, se lava con más frecuencia las manos, una de las zonas que más enemigos acumula y transmiten más enfermedades.
Por último, explica que ha comenzado a beber agua embotellada en lugar de beber agua del grifo, sin importar la ciudad en la que se encuentre. El motivo viene a raíz de conocer lo que hace el exceso de cal del agua potable en los riñones, formando piedras que luego son muy dolorosas y peligrosas.
Muchas veces, vivimos en la inopia, ignorantes de muchas cosas, para bien o para mal. Por ejemplo, no fue hasta la pandemia que aprendimos lo frágiles que somos ante un enemigo que no podemos ver, un virus. Y esta es solo una diminuta parte de todos los peligros que nos acechan en cada cosa que hacemos.