Agustín Aboy
NBA:COM
Hace tres años, Denver Nuggets y Los Angeles Lakers disputaron las Finales más extrañas de la historia de la Conferencia Oeste: en la recordada «burbuja» que la NBA montó en Orlando en plena pandemia.
Los Lakers fueron los ganadores, como también cuando jugaron contra los Nuggets en 1985 y 2009. Ahora Denver tiene otra oportunidad más en las Finales del Oeste de los NBA Playoffs 2023.
Denver superó sin problemas su serie de Primera Ronda ante Minnesota Timberwolves, al imponerse por 4-1. El cruce mostró en un gran nivel a la dupla Nikola Jokic-Jamal Murray: 27,2 puntos para el base y 26,2 unidades más 12,4 rebotes y 9 asistencias para el serbio.
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En la segunda ronda Denver necesitó de un partido más y derrotó a Phoenix Suns por 4-2: Jokic promedió 34,5 puntos, 13,2 rebotes y 10,3 asistencias en la serie y Murray agregó 24,8 puntos y 6,5 asistencias.
Los Angeles Lakers
En la Primera Ronda, los Lakers dominaron a los Memphis Grizzlies por 4-2, con 22 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias de media de LeBron James, más una actuación defensiva dominante por parte de Anthony Davis (4,3 tapones).
En las semifinales del Oeste los Lakers repitieron el resultado de 4-2, ahora sobre Golden State Warriors.
La clave de la serie
Los dos mejores jugadores interiores de estos Playoffs estarán presentes en esta serie: Nikola Jokic y Anthony Davis han sido sin duda alguna el diferencial de estos dos grandes equipos, el gran problema que le opusieron a los rivales que se fueron encontrando por el camino.
Aunque tienen edades y tamaños parecidos, los estilos de Jokic y Davis son bien distintos.
El serbio es probablemente el pivote más técnico de la historia de la NBA, capaz de promediar un triple-doble en cada serie.
El estadounidense es un estandarte defensivo que protege su aro como pocos y con una capacidad atlética superior a la de Jokic, aunque no por eso más adepto al contacto en el juego interior.
Por algo Davis y Jokic fueron los jugadores de estos equipos con más minutos en cancha en las semifinales de Conferencia: son piezas irremplazables que cuando no están en cancha hacen que sus equipos directamente deban cambiar su estilo.
Más allá de ese cara a cara, los Lakers pueden oponer más tamaño contra los Nuggets y apostar todo a ese plan que ya les dio resultado contra los de Jokic, Murray y Michael Porter Jr. en 2020.
Pero Denver esta vez no solo parece tener una respuesta más confiable en Aaron Gordon que la que dieron Jerami Grant y Paul Millsap esa vez, sino que a priori luce con un mayor resto físico que los angelinos de un LeBron que ya tiene 38 años.
Denver tiene un índice de rebotes superior al de Lakers en estos Playoffs, el más alto de toda la liga de hecho y también lidera a la NBA en puntos en la pintura (Lakers es segundo en esa estadística).
Desde el juego interior los de Darvin Ham fueron todo un problema al que Golden State no pudo superar por Davis, pero ante Denver parece que los de California deberán buscar otra fórmula.
Jugar a un ritmo vertiginoso si parecería ser su camino indicado contra unos Nuggets que naturalmente con un jugador del biotipo de Jokic no se sienten del todo cómodos en esas formas: Lakers en los Playoffs ha sostenido un ritmo de cuatro posesiones por partido mayor que el de Denver.
Pero aunque los angelinos tengan a varios guardias de calidad para imprimirle más vértigo a su juego, también conocen que enfrente tienen a uno de los rivales más efectivos para castigar en puntos de contraataque ante pérdidas de balón o rebotes entregados a Jokic, capaz de salir directamente con un pase perfecto para su compañero más adelantado en la cancha.
