Sunday, November 23, 2025
29.6 C
Santo Domingo

Abstención Electoral en República Dominicana: ¿Pa’ Qué Votar Si Todos Son Iguales ?”

Hay una pregunta que cada vez más dominicanos se hacen cuando se acerca el tiempo de elecciones: “¿Y pa’ qué yo voy a perder mi tiempo votando?” No es apatía, no es desinterés, no es que al pueblo dominicano no le importe su país. Es algo mucho más profundo y preocupante: es la muerte de la esperanza en un sistema que se ha podrido desde adentro.

Cuando más de la mitad de los dominicanos decide quedarse en su casa el día de las elecciones, cuando el 53% de los votantes le da la espalda a las urnas como pasó en las municipales del 2024, no están diciendo “me da igual”. Están gritando a todo pulmón: “¡Ya no creemos en ustedes!” Y tienen sus razones, vaya que si las tienen.

El Mismo Perro con Diferente Collar

Ahí están los tres partidos principales que se han turnado el poder como si la República Dominicana fuera una finca de su propiedad: el PLD, el PRM y Fuerza del Pueblo. Los colores cambian —morado, verde, rosa— pero el libreto es el mismo. Prometen el cielo y las estrellas en campaña, se tiran fotos con la gente del barrio, reparten funditas y botellas de agua con su cara impresa, y después que llegan al poder, ¿qué pasa? Se olvidan que el pueblo existe hasta que les toca pedir el voto otra vez.

Lo más grave no es solo que roban —porque eso ya el pueblo lo sabe y lo espera, tristemente—. Lo peor es la desfachatez, el descaro con el que lo hacen. Funcionarios con sueldos de RD$50,000 mensuales que de repente tienen camionetas de RD$5 millones. Diputados que entraron pelados a la Cámara y a los dos años ya tienen tres casas y un apartamento en Piantini. Regidores que ni siquiera disimulan, que llegan en helicóptero a los barrios pobres que supuestamente representan.

Y cuando los agarran con las manos en la masa, cuando las investigaciones destapan los chivos de cientos de millones, ¿qué pasa? Nada. Absolutamente nada. Se quedan en sus puestos, o en el peor de los casos se van pa’ su casa a disfrutar lo robado. Mientras tanto, el pueblo sigue esperando por hospitales que funcionen, escuelas sin goteras, y calles sin hoyos que parecen cráteres de la luna.

La Haitianización: El Elefante en la Sala que Nadie Quiere Mencionar

Y ahí no termina la cosa. Hay un tema que los políticos esquivan como si fuera candela, pero que el pueblo dominicano siente en carne propia todos los días: la haitianización descontrolada del país. Los últimos cuatro presidentes que han gobernado en estos 30 años han permitido —y algunos hasta han facilitado— que esto se salga de control. ¿Y por qué? Por los intereses de los empresarios que solo ven el billete fácil.

Esos empresarios que financian las campañas de los tres partidos principales son los mismos que contratan haitianos indocumentados por debajo de la mesa, pagándoles una miseria que ningún dominicano aceptaría. Construcción, agricultura, servicios —toda una economía paralela montada sobre la explotación y la ilegalidad. Mientras ellos engordan sus fortunas, el país pierde su identidad, sus recursos se diluyen, y la soberanía nacional se va por el caño.

Los presidentes miran pa’l lao, hacen la vista gorda, porque esos mismos empresarios son los que llenan las arcas de sus campañas. Es un pacto de silencio donde todos ganan menos el pueblo dominicano. Nadie en el poder quiere tocar ese tema de verdad, con políticas serias de migración y control fronterizo, porque les conviene mantener el status quo. Prefieren sacrificar el futuro del país en el altar de sus propios intereses económicos y políticos.

¿Y mientras tanto qué? El dominicano común ve cómo su país se transforma ante sus ojos, cómo los servicios públicos colapsan por la sobrepoblación, cómo los hospitales no dan abasto, cómo las escuelas están reventadas. Pero a los de arriba no les importa, porque ellos tienen sus clínicas privadas, sus colegios privados, sus barrios cerrados donde no les llega la realidad del resto del país.

Cuando el Narco Entra al Congreso

Pero si pensaban que lo del robo y la haitianización era lo peor, agárrense porque hay más. Cada vez salen más noticias —que después el establishment trata de callar— de funcionarios, diputados y regidores de estos tres partidos involucrados con el narcotráfico. No estamos hablando de rumores de colmado, estamos hablando de investigaciones serias, de vínculos comprobados, de dinero sucio financiando campañas políticas.

¿Cómo va a confiar el pueblo en un sistema donde los mismos que deberían hacer las leyes para protegernos del crimen están metidos hasta el cuello con los criminales? ¿Cómo va a creer en la democracia cuando ve que narcos conocidos tienen inmunidad parlamentaria? ¿Cómo va a tener fe cuando esos mismos “representantes del pueblo” votan leyes que los benefician a ellos y a sus socios del bajo mundo?

La cosa está tan clara que ya ni siquiera sorprende. Cuando sale otro escándalo de corrupción o vínculos con el narco, el dominicano promedio ya ni se inmuta. “Ajá, ¿y qué hay de nuevo?“, dice mientras sigue con su vida, tratando de sobrevivir en un país donde el salario mínimo no alcanza ni para la quincena.

La Abstención No Es Apatía, Es Un Grito Desesperado

Entonces volvemos al principio: esos millones de dominicanos que no van a votar no son vagos ni irresponsables. Son personas cansadas, desencantadas, hartas de que les tomen el pelo. Son ciudadanos que han visto cómo sus abuelos votaron, sus padres votaron, ellos votaron, y el país sigue igual o peor.

“¿Pa’ qué voy a votar si va a ganar el mismo tipo de ladrón de siempre?”, se preguntan. Y no les falta razón. Cuando los tres partidos principales están cortados por la misma tijera, cuando todos tienen los mismos vicios, las mismas mañas, los mismos esquemas de corrupción, ¿qué diferencia hace votar por uno o por otro?

El sistema está roto, pero no porque el pueblo dominicano no quiera una democracia que funcione. Está roto porque los que están arriba lo rompieron a propósito para poder robar mejor. Convirtieron la política en un negocio, y al pueblo en clientes que solo importan cada cuatro años.

Algunos dirán que si no votas no puedes quejarte. Pero eso es un cuento. El pueblo dominicano tiene todo el derecho del mundo a quejarse, porque este desastre no lo creó él. Lo crearon los políticos corruptos que convirtieron el servicio público en un atraco organizado.

La Pregunta del Millón

Hemos llegado a un punto crítico en nuestra democracia. Más de la mitad del país le está dando la espalda al sistema electoral, y con justa razón. Los tres partidos principales están manchados hasta las cejas con corrupción y vínculos criminales. La confianza está por el suelo, la esperanza se está muriendo, y el pueblo está viendo cómo su país se lo roban pedazo por pedazo sin poder hacer nada.

Pero aquí viene la pregunta que todos debemos hacernos, la pregunta que no tiene respuesta fácil pero que necesita ser contestada urgentemente:

¿Qué tiene que pasar en la República Dominicana para que el pueblo recupere la fe en su sistema político? ¿Qué reformas, qué cambios, qué acciones concretas se necesitan para limpiar este chiquero y devolverle al dominicano la esperanza de que su voto sí importa y de que es posible tener un país donde los políticos trabajen para el pueblo y no para sus propios bolsillos?

Porque si no encontramos pronto una respuesta y la ponemos en práctica, lo que nos espera no es solo más abstención. Es la muerte completa de nuestra democracia. Y eso sí que no tiene vuelta atrás.

¿Tú que opinas? Cuéntalo aquí:

Hot this week

Valdez Albizu participó en la 305 Reunión del Consejo Monetario Centroamericano

El gobernador del Banco Central de la República Dominicana...

Muere inmortal del deporte santiagués Donald Gómez

  SANTIAGO.- El inmortal del deporte de Santiago, Donald Gómez...

Caminata “Un Paso por mi Familia 2025” moviliza a cientos en Santiago

Cientos de personas participaron este domingo en la caminata...

Bitcoin perdió ganancias de 2025 mientras el oro y el S&P 500 siguen arriba 

Bitcoin cayó 30% desde su máximo histórico...

Temas

spot_img

Related Articles

Categorias Populares

spot_imgspot_img