La vicepresidenta del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA), Cornelia Richter, señaló en una conferencia que la extrema pobreza se concentra en las zonas rurales de los países en desarrollo, donde las niñas y adolescentes tienen más probabilidad de casarse que en las ciudades.
“Las embarazadas y madres jóvenes suelen ser las últimas en comer” en lugares como Bangladesh, afirmó Richter, que reclamó más inversiones y programas más efectivos para asegurarse de que esas mujeres tienen acceso a una buena nutrición.
La subdirectora ejecutiva de Save the Children en Italia, Daniela Fatarella, lamentó la falta de fondos y políticas para evitar que futuras generaciones se vean afectadas por las distintas formas de malnutrición (hambre, sobrepeso, carencia de micronutrientes) en la etapa que va de la niñez a la madurez, “cuando desarrollan las habilidades que les servirán para su futuro”.
Cada año 12 millones de niñas en el mundo se casan prematuramente en todo el mundo y 16 millones de adolescentes son madres, lo que aumenta su riesgo de exclusión.
Muchas de ellas “son sacadas de la escuela, carecen de igualdad de oportunidades y acceso a servicios de salud, no tienen reconocido su trabajo doméstico y su voz no es escuchada”, criticó la responsable de la ONG, que calcula que para 2030 todavía habrá unos 130 millones de niños con retrasos en el crecimiento por malnutrición.
Según un reciente estudio del proyecto “Young lives” publicado en The Lancet, la mayoría de las adolescentes de países de bajos ingresos, que son más pequeñas de lo normal, dan a luz a niños malnutridos y corren más peligro de morir en el parto.
Jo Boyden, directora de “Young Lives” (vidas jóvenes), que ha analizado la pobreza infantil siguiendo la vida de 12.000 menores en Etiopía, la India, Perú y Vietnam durante los últimos 15 años, recalcó que la población rural y las minorías son más susceptibles de sufrir desnutrición u obesidad.
“El 90 % de las indias casadas antes de los 19 años proceden de zonas rurales. Es un problema rural”, indicó la especialista, que aseguró que esas mujeres son más proclives a quedarse embarazadas y tienen menos confianza en sí mismas y menos redes de apoyo social.
Para Alessandra Tranquilli, experta de la red “Girls Not Brides”, con más de mil socios a nivel mundial, “la inseguridad alimentaria es causa y efecto de los matrimonios de niñas”.
En ese sentido, se refirió a los padres que se deshacen de sus hijas “para alimentar menos bocas” en situaciones de pobreza, conflicto o desastre natural, como ocurre en el Sahel o en Pakistán, “perpetuando así el ciclo de la malnutrición”.