EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- Para la sexóloga Esther de la Cruz, el sexo gourmet es como una buena comida, donde múltiples orgasmos y largas horas de jugueteo tienen protagonismo para otorgar a la sexualidad la importancia que se merece, llevando la experiencia más allá de la penetración.
La motivación, imaginación, los olores, el ambiente, el romanticismo, la comodidad y una buena copa de vino son parte de la materia prima del sexo gourmet, cuyo principal objetivo es disfrutar el trayecto antes de llegar a la meta.
“Con los ojos vendados, tú tocando, un chocolatito, un olor, un velón, este tipo de cosas van preparando el ambiente y desde ahí comienza el orgasmo, que no hay que tener una penetración para tu decir ¡wow!, estuve allá arriba y no me penetraron, sin embargo, me sentí bien”, comentó.
“Un buen trato es el mejor afrodisiaco, a nivel bioquímico las feromonas y el cerebro se liberan y a partir de ahí comienza el trabajo a nivel hormonal”, expuso la ginecóloga al ser entrevistada por los doctores Yoselyn Sánchez y Rafael Cisneros en el programa “Agenda Ciudadana”, transmitido por la plataforma digital El Nuevo Diario TV.
(Ver programa).
En tal sentido, destacó la importancia del afecto para la mujer, porque a diferencia de los hombres que se conectan con sus emociones a través del sexo, las féminas crean vínculos sexuales a través del afecto, de ahí la importancia de que los amantes sean de mano lenta.
“La mujer necesita un amante de mano lenta, porque para una noche especial maratónica debe haber un área especial, preparada, romántica, adecuada para el ambiente, con buena música, una musiquita suave, sacarle provecho a todo. Un sexo rapidito también es válido y funcional, pero una noche de sexo maratónico….”, expuso.
Agregó que al hablar de la entrada, la comida, los licores y los postres, perfectamente se podría estar describiendo una cena, pero la realidad es que el sexo gourmet tiene etapas similares: Lo excitante de las miradas, la seducción, cocinar a fuego lento las ganas, para degustarlas y dedicarle parte a la intimidad.
Asimismo, sostuvo que la rutina es enemiga del amor, porque no es lo mismo tener sexo que degustarlo.
“La vida sexual termina con la muerte, y no importa que tengan 25 años ni 30 años de casados, hay que romper con la rutina que es enemiga del amor, una mujer aunque tenga 30 años casada puede disfrutar de su ida”, narró.