Algunas veces se pasa por situaciones que abruman, desencadenando un sin número de emociones que al no saber manejarlas pueden provocar que se pierda el rumbo.
Mantener el autocontrol emocional para muchos puede resultar difícil, pero no es imposible. Según la psicóloga Clara Sánchez, del Centro Médico de Diabetes, Obesidad y Especialidades, “la regulación emocional es una serie de pasos que permiten gestionar de formar efectiva y saludable nuestras emociones”.
Afirma que es muy común cuando se trata de este tema, confundir “regular o gestionar” con “controlar”, pues se ejerce control sobre aquello que la persona puede determinar que suceda o no, y no ocurre así con las emociones, ya que estas son respuestas psicofisiológicas a los estímulos del ambiente y de la mente.
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Saber regular las emociones permite vivir más plenamente, ser más productivos en el día a día, por lo que conocer las estrategias eficaces para regularlas, es esencial.
Para la especialista, el primer paso sería conocer dichas emociones, ya que revela que es bastante común en consulta que las personas no sepan nombrar la experiencia interna que están viviendo o incluso diferenciar entre, por ejemplo, tristeza y frustración.
“De la dificultad para identificar lo que se siente se desprende el que se siente “malestar” generalizado, de ahí el común “me siento mal” cuando la experiencia emocional no sabe identificarse y en consecuencia regularse” dijo.
A este paso se le agrega, observar si el lugar o momento en el que estás es prudente dar rienda suelta a la emoción, identificar la necesidad y buscar la forma y/o el momento de satisfacerla; reconoce los disparadores y tener a la mano siempre actividades que te ayudan a conseguir la calma.
Actividades también son un regulador
La psicóloga afirma que de manera general se han estudiado actividades que contribuyen con favorecer al bienestar y contribuyen con una buena regulación emocional como son:
• Tener una alimentación equilibrada
• Practicar actividad física al aire libre
• Disfrutar de contacto con la naturaleza
• Cuidar la cantidad y calidad del sueño
Por otro lado, hay principios que ayudan a identificar qué actividades van a ser efectivas para lidiar con ciertas emociones, por ejemplo, cuando se trata de ansiedad, las actividades en las que la respiración tenga una función importante suelen ser muy útiles, como: nadar, caminar al aire libre, trotar, practicar ejercicios de respiración, yoga al aire libre, bailar, tejer y bordar.
Asimismo, “aquellas que impliquen movimiento o centren la mente en el presente ayudan a gestionar mejor la tristeza: escuchar una canción alegre, correr, zumba, bailar, salir a tomar café con un (a) amigo /a, patinar, montar bicicleta o jugar con una mascota” reveló la profesional.
