Cuando el astuto zorro asomó su fino hocico en el gallinero, las gallinas decidieron que había llegado el momento de demostrar que son descendientes de los terribles dinosaurios, los carnívoros más grandes del mundo. Sucedió la semana pasada en una granja escuela avícola Le Gros Chêne de Pontivy, en la Bretaña francesa. El incauto animal, un ejemplar joven, entró en el gallinero con la intención de encontrar algún buen bocado, pero lo que no esperaba es que toparía con 6.000 gallinas sin ganas de que les alterasen la paz.
Las aves se abalanzaron sobre el cuerpo del zorro y le picaron hasta morir. La sorpresa del jefe de la granja escuela, Pascal Daniel, fue mayúscula: “Le encontramos muerto en una esquina. Hubo un instinto de manada y lo atacaron a picotazos”. El animal presentaba señales por todo el cuerpo. Según Daniel, el zorro pudo entrar en pánico al ver llegar hacia él a las gallinas en masa. Llevan más de siete meses en este centro y pasan el día fuera de los habitáculos, por lo que es posible que hayan desarrollado mecanismos de defensa. Se sabe, además, que los picotazos constituyen una respuesta habitual entre ellas para marcar jerarquía.
Fuente: AFP