La presentación de “Bob Esponja”, el musical, en el Palacio de Bellas Artes, ha sido, sin lugar a dudas, un acontecimiento de alegría, principalmente para los niños y las niñas que han tenido la oportunidad de disfrutar el montaje.
Desde 2016 cuando el musical se estrenó en Chicago, Estados Unidos, uno de sus atractivos más impactantes fue el hecho de que las canciones fueron compuestas por luminarias del espectáculo como Cindy Lauper, David Bowe, John Legend, Panic at the Disco, Lady Antebelum, Steven Tyler y Joe Perry, de Aerosmith, entre otros.
La trama se basa en un conflicto que se les presenta a los pobladores de Fondo Bikini, el mismo entorno en el que se desarrolla la tira cómica.
La amenaza de que un volcán erupcionará en poco tiempo. El pánico se apodera de todos. Bob Esponja y sus amigos intentan encontrar la solución para evitar el estallido y los villanos, Plankton y Karen intentan manipular la situación.
En fin, que el musical, una comedia romántica que igual coquetea con el absurdo, como con lo fantástico, plantea tópicos referentes al valor de la amistad, a la crítica social, a la corrupción administrativa y a la aventura.
Del montaje de “Bob Esponja” se pueden inferir varios elementos. Uno de ellos, que no es tan fácil trabajar para niños. Que no cualquier chiste fácil o manido es bien recibido por ese auditorio a veces subestimado (sino, preguntarle a Noel Ventura, quien hizo de Patchy El Pirata y debió emplearse a fondo para obtener risas genuinas).
Del elenco, el protagónico recayó en los hombros de Guille Martin, como Bob Esponja. Este cantante y actor sale airoso en sus interpretaciones, demostrando un dominio profesional de su voz y de sus cualidades histriónicas, salvo los ademanes extremadamente exagerados, cayendo casi al amaneramiento, se puede calificar de buena su actuación.
Luego, los personajes de Patricio (que debió interpretarlo Nicolás Hernández, en sustitución de Ramón Ruiz, quien tuvo que ausentarse en la función del domingo, por un accidente que le impidió subir a escena), Sharmin Heredia, Arenita; Juanma García, Calamardo; Alejandro Espino, Plankton; Patricia Peña, Karen la Computadora; Alejandro Guerrero, Don Cangrejo; Claudia González, Señora Puff; Chabela Estrella, Alcaldesa y Anya Damirón, Perka Perkins, se acoplan a los tiempos musicales, a los números musicales y salen airosos en sus interpretaciones vocales.
El ensamble, entre figurantes y bailarines lo completan Emil guillén, Felipe Rijo, Lenchy Vargas, Luisa Ramírez, Paola Vásquez, Rebecca Dalmasí, Rofía Richez, Mariana Ramírez, José Javier y Monserrat de León; los invitados especiales, Noel Ventura, como Patchy El Pirata; Lauren Medina, Narrador francés y sirena y Emmanuel Bonnet, pez y artista Foley.
Claudia González asumió la dirección vocal, Valentina Grillo la coreografía; la escenografía a cargo de Ángela Bernal y Tracke Stage, el vestuario realizado por Silvia Santos, el maquillaje es responsabilidad de William Guinand, la peluquería de Max Paulino, la iluminación y sonido a cargo de Ariel Ramos con Luxart y el diseño audiovisual es oba de David Santana.
Bajo la dirección de Joyce Roy, “Bob Esponja El Musical” se presentó en el Palacio de Bellas Artes de Santo Domingo.
La puesta en escena del musical es una combinación de luces, escenografía y elementos técnicos que van de la sencillez, a lo espectacular.
En realidad no es ostentosa, es más bien simple, sin embargo, la adecuada utilización de los recursos que presentan y la magia casi cinematográfica que emplearon en el montaje transportaron, principalmente a los niños, a ese mundo submarino que han visto por años a través de la pantalla de sus televisores.
José Rafael Reyes, productor general, y Joyce Roy, productor y director general, quienes han trabajado en varios musicales y obras de teatro durante años, apostaron, esta vez, al teatro musical con mirada infantil.
Esta obra musical, concebida y dirigida por Tina Landau, basada el libro de Kyle Jarrow, logró 12 veces nominada a los premios Tony en el 2018, un año después de su llegada a Broadway, rompió con el molde de que un musical tenga un solo compositor.
En su lugar, reunió a más de una docena de grandes artistas de distintos géneros (rock, pop, góspel, country, alternativo), creando una banda sonora variada para públicos diversos.
En el país, se presentó el fin de semana pasado en la sala Máximo Avilés Blonda y el sábado 30 de agosto en el mismo escenario, lo que confirma que tanto productores, como elenco, pasaron la prueba y el público respaldó su propuesta. Enhorabuena!




