El Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés) presentó una moción ante el tribunal el 4 de octubre, alegando que la falta de regulaciones de criptomonedas en los EE.UU. no es impedimento para los cargos penales formulados contra el ex CEO de FTX, Sam Bankman-Fried (SBF).
La carta del DOJ se presentó en respuesta a la solicitud del acusado de aclaración y reconsideración de los cargos relacionados con la malversación de fondos en FTX. Los abogados de SBF argumentaron que su cliente “no era culpable porque FTX no estaba regulado en Estados Unidos, y él siguió las normas relativas a FTX US”.
El DOJ calificó este argumento de irrelevante, alegando que aunque la existencia de legislación pueda ser necesaria para probar una obligación legal, la falta de ella no afecta al que las víctimas del acusado le comprometieran dinero. El DOJ señaló que la afirmación del acusado sobre la falta de normativa relacionada con el uso de los fondos de los clientes es falsa, ya que existen normas que lo prohíben.
El DOJ argumentó además que las leyes existentes prohíben a las empresas robar los activos de los clientes, y el acusado ha sido acusado en virtud de estas. Además, el acusado cometió falsedades sustanciales ante los clientes, además de haberles robado dinero.
El DOJ argumentó que es irrelevante si el acusado cometió tergiversaciones u omisiones sustanciales en la supuesta “ausencia de leyes o reglamentos claramente aplicables”. No puede probarse que las acusaciones de fraude electrónico sean “actus reus”, es decir, acto culpable, independientemente de que exista o no regulación.
SBF se enfrenta actualmente a múltiples cargos de fraude electrónico y apropiación indebida de fondos de clientes, entre otros. El ex CEO de FTX está actualmente en la cárcel por violar sus condiciones de libertad bajo fianza y tratar de influir en posibles testigos. Sin embargo, ha apelado —en vano— varias veces para que se le ponga en libertad bajo fianza antes de que comience el juicio. El equipo jurídico de SBF alegó que la falta de conexión a Internet dificultaba los preparativos de su defensa, así como la ausencia de opciones de comida vegana.
SBF se enfrentó a su primer día de juicio con jurado el 3 de octubre, y los informes sugieren que el juicio podría durar hasta seis semanas.
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