En medio de un escenario de tensiones crecientes entre China y Estados Unidos, marcado por restricciones comerciales, sanciones tecnológicas y una pugna abierta por el control del desarrollo de la inteligencia artificial, el gigante asiático ha dado un nuevo paso hacia su estrategia.
Mientras EEUU refuerza sus políticas arancelarias y limita la exportación de chips avanzados a Pekín, China responde construyendo su propio ecosistema tecnológico. Y en este nuevo tablero, no basta con fabricar hardware: también hace falta replicar las herramientas que lo hacen funcionar.
Aquí entra en escena MUSA, una plataforma creada por Moore Threads que busca posicionarse como una alternativa directa a CUDA, la tecnología que ha permitido a Nvidia consolidar su dominio y ganar relevancia dentro de la guerra de la IA.
MUSA: la alternativa que busca competir con CUDA de Nvidia
Si estás al tanto del sector de la inteligencia artificial, sabrás que CUDA no es solo un software más. Es la piedra angular del dominio de Nvidia. Esta plataforma, cuyo nombre completo es Compute Unified Device Architecture, proporciona un entorno completo que permite a los desarrolladores programar directamente sobre las GPU de la marca, como las RTX 5090, RTX 5080, etc.
Incluye compiladores, bibliotecas especializadas, herramientas de depuración y una interfaz de desarrollo optimizada que ha sido adoptada ampliamente por universidades, centros de investigación y empresas tecnológicas en todo el mundo.
Esto ha generado una especie de dependencia, porque la mayoría de los modelos de IA actuales se han entrenado usando CUDA, y migrar todo ese trabajo a otra plataforma puede implicar un enorme coste en tiempo, dinero y compatibilidad. Por eso, a día de hoy, Nvidia no solo vende hardware, sino también una tecnología que se ha convertido en estándar. Y eso es lo que China quiere desafiar.
El objetivo del país asiático es reducir al mínimo su exposición a las tecnologías estadounidenses. Desde que Estados Unidos comenzara a restringir la exportación de chips y software a compañías chinas, como Huawei o SMIC, el país ha redoblado esfuerzos para crear alternativas locales.
En el ámbito de la inteligencia artificial, esto va más allá de fabricar chips, puesto que también es necesario contar con herramientas de desarrollo propias, capaces de soportar todo el ciclo de producción de modelos de IA.
Una de las iniciativas más conocidas hasta ahora era CANN, desarrollada por Huawei. Sin embargo, su adopción ha sido limitada fuera del ecosistema cerrado de la propia compañía. Por eso, contar con una plataforma compatible con el estándar dominante se ha convertido en una prioridad para el gobierno chino. Y ahí es donde MUSA entra en juego.
Moore Threads apuesta por MUSA
Dentro de este escenario está Moore Threads, una empresa relativamente joven, pero con un historial que la hace destacar. Fundada en 2020 por Zhang Jianzhong, antiguo directivo de Nvidia en China, la compañía se ha propuesto diseñar GPU propias capaces de rivalizar en rendimiento con los modelos de la empresa estadounidense.
Para ello han desarrollado su propio entorno de desarrollo para inteligencia artificial, al que han bautizado como MUSA (MT Unified System Architecture). Lo más interesante de esta plataforma es que está pensada para absorber el trabajo ya hecho en CUDA.
En lugar de obligar a los desarrolladores a empezar de cero, MUSA promete permitir la reutilización de código creado para las GPU de Nvidia. Para ello, incluye un compilador compatible, bibliotecas optimizadas, herramientas de ejecución y utilidades de depuración.
Cabe señalar que, en la práctica, busca hacer posible una migración más suave desde el ecosistema estadounidense al chino, sin perder productividad ni rendimiento. Esta propuesta se alinea con la estrategia más amplia del gobierno asiático de construir una cadena de suministro completamente nacional, desde los chips hasta las apps, pasando por las herramientas intermedias.
¿Una verdadera amenaza para Nvidia?
A día de hoy, Nvidia sigue liderando con holgura el mercado global de inteligencia artificial. Su combinación de hardware y un entorno de desarrollo maduro le ha permitido convertirse en una pieza imprescindible para compañías como OpenAI, Google o Amazon.
Sin embargo, el hecho de que exista una alternativa como MUSA, capaz de ejecutar código CUDA, ya representa un desafío estratégico, al menos en mercados como el chino, donde las condiciones políticas y comerciales pueden favorecer su adopción. Es pronto para saber si logrará consolidarse o si será una solución de nicho.
Aún no se ha demostrado que supere a CUDA en términos de rendimiento o compatibilidad, pero sí es cierto que se trata de un proyecto con ambición, y en un país con la capacidad de movilizar grandes recursos, eso no es un detalle menor. El simple hecho de que MUSA esté sobre la mesa ya cambia las reglas del juego.
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Etiquetas: NVIDIA, Inteligencia artificial, china
