Un sorprendente descubrimiento en torno a las pirámides de Egipto ha captado la atención del mundo científico.
Según exponen en la revista Geophysical Research Letters, Investigadores de la Academia China de Ciencias han detectado burbujas de plasma ecuatorial sobre las famosas pirámides de Guiza utilizando un radar ionosférico de largo alcance, denominado LARID.
Este radar, ubicado a miles de kilómetros de distancia en China, ha permitido rastrear en tiempo real este fenómeno meteorológico que generalmente se observa desde el espacio.
Un fenómeno intrigante: ¿Qué son las burbujas de plasma?
Las burbujas de plasma ecuatorial (EPB) son un fenómeno atmosférico que se forma en latitudes bajas tras el atardecer. Estas burbujas se generan cuando las partículas cargadas de la ionosfera, una capa de la atmósfera superior, se dispersan de manera abrupta.
Lo que hace particularmente intrigante a este fenómeno es que puede interferir con dispositivos GPS y comunicaciones por satélite, causando interrupciones imprevistas.
Normalmente, la observación de estas burbujas de plasma se realiza desde satélites en órbita, lo que convierte en algo extraordinario que este equipo de científicos haya podido detectarlas desde la Tierra.
El radar LARID, situado en la isla de Hainan en el Mar de China Meridional, fue capaz de captar la formación de estas burbujas a más de 8,000 kilómetros de distancia, justo sobre las pirámides de Egipto. Esto marca un hito en la investigación atmosférica y la capacidad de monitorear fenómenos de esta naturaleza.
El radar LARID representa un avance tecnológico significativo en la detección de fenómenos ionosféricos. Con un alcance de 9,600 kilómetros, supera las limitaciones de los radares convencionales, que no pueden “ver” más allá del horizonte debido a la curvatura de la Tierra.
Sin embargo, la innovación de este radar permite la recepción de señales desde grandes distancias, incluso en áreas geográficamente opuestas del planeta.
Este radar ha permitido a los científicos rastrear la evolución y desplazamiento de las burbujas de plasma en tiempo real, algo que anteriormente se consideraba muy difícil de lograr desde la Tierra.
En particular, la tormenta solar de noviembre de 2023 provocó la aparición de estas burbujas, permitiendo que los investigadores chinos las detectaran con el LARID mientras se formaban sobre las pirámides de Guiza.
Implicaciones del hallazgo y el futuro de la investigación
Este descubrimiento abre nuevas posibilidades para el estudio y monitoreo de la ionosfera y los fenómenos atmosféricos que se producen en ella. Las burbujas de plasma, aunque poco conocidas para el público general, pueden tener un impacto considerable en las tecnologías que dependen de satélites y señales de radio, por lo que una mayor comprensión de su comportamiento es fundamental.
La detección exitosa de estas burbujas desde la Tierra, utilizando un solo radar en Hainan, plantea la posibilidad de crear una red global de radares similares. Los científicos chinos ya han anunciado su intención de construir varios radares de baja latitud en diferentes puntos del mundo.
Esta red permitiría monitorear de manera continua y en tiempo real las burbujas de plasma en cualquier punto del planeta.
Si estos planes tienen éxito, podríamos estar frente a una nueva era en la observación de la ionosfera. La capacidad de rastrear burbujas de plasma y otros fenómenos atmosféricos en tiempo real desde varios puntos de la Tierra permitirá un monitoreo más exhaustivo y preciso, lo que tendrá un impacto directo en la tecnología que utilizamos a diario.
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