El cerebro humano es, sin duda, un órgano fascinante que ha sido objeto de estudio desde hace mucho tiempo, y, a pesar de todos los avances en neurociencia, sigue siendo un misterio en muchos aspectos.
Entre ellos, la velocidad a la que procesamos información de manera consciente. Un reciente estudio realizado por el Instituto Tecnológico de California (Caltech) ha arrojado luz sobre este tema, revelando que nuestra capacidad de pensamiento consciente es sorprendentemente lenta si la comparamos con la rapidez de un ordenador.
Aunque nuestros sentidos captan menos bits por segundo que un ordenador, el cerebro filtra y selecciona únicamente la información más relevante para nuestra atención consciente.
¿Por qué no somos tan rápidos como una máquina?
Los investigadores liderados por Markus Meister y Jieyu Zheng, descubrieron que los humanos procesamos conscientemente solo 10 bits por segundo. Para ponerlo en perspectiva, una conexión WiFi promedio maneja unos 50 millones de bits por segundo.
La comparación con los ordenadores es inevitable. Las máquinas están diseñadas para procesar millones de operaciones por segundo, mientras que nuestro cerebro prioriza calidad sobre cantidad. Este enfoque selectivo nos permite concentrarnos en aspectos cruciales, como interpretar emociones, tomar decisiones complejas o resolver problemas de la vida diaria.
Según los autores del estudio, “cada instante extraemos solo 10 bits del billón que captan nuestros sentidos y utilizamos esos 10 para percibir el mundo que nos rodea y tomar decisiones“. Este proceso es intencional, ya que nuestra mente no busca abarcarlo todo, sino centrarse en lo que realmente importa.
Un ejemplo claro de esta limitación es nuestra incapacidad para realizar múltiples tareas complejas de manera efectiva. Aunque creemos que somos buenos haciendo varias cosas al mismo tiempo, en realidad el cerebro solo puede enfocar su atención consciente en una tarea o pensamiento a la vez.
Si bien a simple vista esta característica puede parecer una desventaja frente a las máquinas, ha sido clave para nuestra supervivencia y evolución. Al filtrar la información menos relevante, el cerebro humano se ha especializado en desarrollar habilidades como la creatividad, la empatía y el razonamiento abstracto.
Estas capacidades nos han permitido adaptarnos a entornos cambiantes, construir sociedades complejas y resolver problemas que los ordenadores todavía no pueden abordar.
Además, mientras las máquinas procesan datos de manera literal, nosotros somos capaces de interpretar contextos, emociones y matices. Este tipo de pensamiento crítico es algo que ninguna inteligencia artificial ha logrado replicar completamente, a pesar de los avances recientes.
A pesar de que la velocidad de procesamiento de los ordenadores es absolutamente superior a la nuestra, este estudio subraya que no hay razones para temer que las máquinas dominen a los humanos. Aunque la inteligencia artificial sigue avanzando, carece de algo esencial, que es la capacidad de razonar como un ser humano.
El raciocinio humano no solo implica lógica y datos; también está muy influenciado por emociones, experiencias y valores. Estas son áreas donde las máquinas, al menos por ahora, no pueden competir. Según los investigadores, incluso las tecnologías más avanzadas no poseen conciencia ni la habilidad para tomar decisiones con base en algo más que algoritmos predefinidos.
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Etiquetas: Curiosidades