Cinco pasos imprescindibles para darle una nueva vida a ese PC antiguo que creías perdido

Para nadie es sorpresa que después de 5 años utilizando un ordenador con los mismos componentes y sistema operativo, empiece a dar problemas de rendimiento. En realidad es de lo más normal, porque los procesos se acumulan con el tiempo, el espacio de almacenamiento se llena y los programas se actualizan pidiendo cada vez más recursos.

En un punto hasta podrían quedarse “obsoletos”, como se habla sobre los dispositivos que no van a poder actualizar a Windows 11, pero no te preocupes. Tu equipo puede tener tiempo funcionando y ser bastante antiguo, pero no por eso deberías dejar de utilizarlo. Hay muchos métodos que te dan la capacidad de aumentar la vida útil y hacer que la experiencia mejore.

Por supuesto, esto no va a ser una tarea tan sencilla como instalar una app de monitoreo o de limpieza de archivos, sino modificaciones en el hardware y software, especialmente si se trata de un PC que se ha quedado en el olvido llevando polvo o es de gama muy baja. ¿Quieres saber cómo te puedes enfrentar a esto? A continuación vas a conocer algunos de los consejos más útiles.

Usa un disco duro SSD

No imaginas lo mucho que puede servirte, el simple hecho de cambiar tu disco duro, cuando se trata de cargar aplicaciones, transferencia de datos y mayor espacio, es importante que lo consideres. ¿Tienes HDD? No lo dudes ni un segundo, el SSD te va a cambiar la vida, mejor dicho, la vida de tu PC.

La razón por la que deberías considerar esto es porque es una de los cambios en el hardware más simples y asequibles. Esto corrige inconvenientes de cuello de botella y soluciones memorias flash NAND.

Evidentemente, tienes que comprobar si tu ordenador cuenta con los conectores para formato M.2 PCle, lo cual es poco probable si se trata de un equipo muy antiguo. No obstante, puede que tenga el soporte para interfaz SATA y eso podría ser una bendición para aumentar la velocidad.

Mejora la memoria RAM

No tienes que ser un experto para saber que la memoria RAM es uno de los aspectos más importantes del dispositivo. La multitarea es fundamental en el uso del día a día y tener muchos procesos acumulados en apps que se ejecutan en segundo plano es algo que impacta muy fuerte en la velocidad.

Si usas muchos programas o algunos de los que tienes necesitan de un rendimiento óptimo, quedarte con 2 GB o 4 GB es un desafío. Mínimo debería contar con 8 GB para que funcione tranquilamente con lo necesario, aunque mientras más, mejor.

Aquí hay otro factor que deberías tener en cuenta, como la compatibilidad con la placa base para saber cuál es la capacidad máxima y si es necesario actualizarla, ya que están los formatos DDR3, DDR4 y DDR5.

Actualiza la CPU y GPU

En una recuperación como esta, dejar pasar la potencia del procesador y tarjeta gráfica es un grave error, porque son esenciales para un funcionamiento óptimo general. Si trabajas con varias aplicaciones o usas juegos que son medianamente exigentes, entonces considéralo.

Hay que comprobar qué tanto soporta la placa base junto a la fuente de alimentación y es importante mencionar que el precio es más elevado en este caso, así que también depende de tu presupuesto. De igual manera, con mejorar un poco y usar herramientas benchmark para comparar, vas a tener la posibilidad de dar con opciones de Intel o AMD aceptables.

Recuerda que no es necesario que sea una gran diferencia, sino la suficiente para que puedas continuar utilizándolo. Al trabajar con los demás componentes nuevos integrados, seguro que vas a notar la diferencia.

Aumenta la capacidad de refrigeración

El sobrecalentamiento es algo que podrías estar experimentando, pues mientras más viejo sea el PC, más problemas de este tipo podrías tener al estar forzando todos los componentes a un punto que no es viable.

La refrigeración es relevante en la eficiencia y también para evitar futuros inconvenientes. Es probable que necesites un nuevo ventilador o disipador que se adapte a la temperatura que está generando el equipo.

Además, hacerle un mantenimiento periódico al ordenador ayuda a impedir que la suciedad o polvo se acumulen con el tiempo, algo que suele ser el origen común del sobrecalentamiento en CPU y GPU.

Usa un sistema operativo más ligero

Invertir en nuevo hardware no es una tarea sencilla y te hace pensar en si es mejor comprar un nuevo ordenador. Sinceramente, siempre es mejor actualizar de una vez a un modelo más actual que cumpla con tas tus expectativas, pero no siempre hay las posibilidades.

Si no puedes hacer una modificación en los componentes y tampoco tienes la posibilidad de comprar un nuevo PC, existe una solución gratuita y simple. Se trata de cambiar el sistema operativo por uno más ligero y no es cuestión de usar una versión antigua de Windows, porque hasta la 10 va a terminar su soporte en 2025 y eso te pondría en peligro.

La idea es que pruebes otros horizontes con Linux, muchas distribuciones ligeras son perfectas para ordenadores viejos, sin importar que las especificaciones sean demasiado bajas. Busca una que se adapte a lo que requieras y seguro que te vas a asegurar de seguir usando el dispositivo muchos años más.

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