En un movimiento inesperado, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha nombrado a las reconocidas estrellas de Hollywood, los actores Jon Voight, Mel Gibson y Sylvester Stallone como “embajadores especiales” en Hollywood. El anuncio, realizado a través de su plataforma Truth Social, busca revitalizar la industria cinematográfica estadounidense, que, según Trump, ha perdido terreno frente a competidores internacionales en los últimos años.
Hollywood en Declive: La Perspectiva de Trump
Trump expresó su preocupación por la disminución de la competitividad de Hollywood en el mercado global. Afirmó que la industria ha trasladado una parte significativa de sus producciones al extranjero, resultando en pérdidas económicas y de influencia cultural. Con la designación de Voight, Gibson y Stallone, el presidente electo pretende revertir esta tendencia y devolver a Hollywood su estatus de “edad de oro”.
Perfiles de los Nuevos Embajadores Especiales
Jon Voight: Ganador del Premio Óscar y conocido por su apoyo incondicional a Trump, Voight ha elogiado públicamente al presidente electo en múltiples ocasiones. En 2019, recibió la Medalla Nacional de las Artes de manos de Trump, consolidando su posición como uno de los aliados más visibles del mandatario en Hollywood.
Mel Gibson: Director e intérprete galardonado, Gibson ha manifestado su respaldo a Trump, llegando a criticar a figuras políticas opositoras. Su nombramiento ha generado diversas reacciones, considerando su historial de declaraciones controvertidas.
Sylvester Stallone: Famoso por sus icónicos roles en “Rocky” y “Rambo”, Stallone ha mantenido una relación cercana con Trump. Tras la victoria electoral de noviembre, presentó al presidente electo en Mar-a-Lago durante su primer discurso post-elecciones, calificándolo como el “segundo George Washington”.
Reacciones en la Industria Cinematográfica
La designación de estas figuras ha provocado una variedad de respuestas en Hollywood. Algunos ven la iniciativa como una oportunidad para fortalecer la industria nacional, mientras que otros cuestionan la idoneidad de los nombramientos, dados los antecedentes y posturas políticas de los actores involucrados. La ausencia de detalles sobre las responsabilidades específicas de estos “embajadores especiales” añade incertidumbre sobre el impacto real de esta medida en el sector cinematográfico.
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