Existen innumerables películas y libros sobre la última reina de Egipto, aunque apenas conocemos nada de la hermana de Cleopatra, Arsínoe IV, pese a que tuvo una vida casi igual de apasionante que ella. Durante un siglo creíamos haber encontrado su calavera, pero un estudio moderno ha determinado, de forma inequívoca, que no es suya.
El emperador Ptolomeo XII, que reinó hasta el año 58 antes de Cristo, tuvo seis hijos. Entre ellos, Cleopatra y Arsínoe. Cuando falleció, los hermanos se dedicaron a guerrear entre sí para quedarse con el trono, provocando varias guerras civiles.
Cleopatra VII y Ptolomeo XIII heredaron el trono de Egipto y, según la voluntad del faraón, debían gobernar juntos. Pero Ptolomeo XIII destronó a Cleopatra en una guerra civil, hasta que apareció Julio César y obligó a los hermanos a reconciliarse. En esos años, Egipto estaba bajo el control de Roma.
La calavera de Arsínoe IV
Para que el resto de hermanos no estorbaran, que ya bastante lío tenían, Julio César entregó Chipre a Egipto, y puso como gobernantes a Arsínoe IV y su hermano menor Ptolomeo XIV.
No parece una buena decisión, viendo lo que pasó con los hermanos mayores. En efecto, Arsínoe IV se rebeló, tomando el control de ejército egipcio. Conquistó Alejandría y atacó a Cleopatra.
Pero sus generales se cansaron de tanta guerra absurda por el poder, así que entregaron a Arsínoe IV a Julio César, y Cleopatra se convirtió en la auténtica Reina de Egipto. La hermana de Cleopatra acabó recluida en el Templo de Artemisa, en Éfeso (Turquía).
Arsínoe IV tuvo unos años de tranquilidad en el templo, hasta que Cleopatra y Marco Antonio la mandaron asesinar, cuando aún no había llegado a los 30 años.
En Éfeso permaneció enterrada dos milenios. En 1929 el arqueólogo austríaco Joseph Keil encontró un esqueleto en una tumba del templo de Artemisa, y se llevó la calavera a su país.
Aunque no había referencias, varios estudios austríacos determinaron que era la calavera de Arsínoe IV, la hermana de Cleopatra.
Según cuenta Ars Technica, la calavera permaneció olvidada casi un siglo hasta que, en 2022, se llevó a cabo un análisis de su ADN en la Universidad de Viena. Ahora se han conocido los resultados, que demuestran que esa no es la calavera de Arsínoe IV. Ni siquiera es la de una mujer.
El cráneo fue datado entre los años 36 y el 205 a. C., así que coincide con la época de la hermana de Cleopatra. Pero la presencia del cromosoma Y en estos análisis, certifican que es la calavera de un hombre. En concreto, un niño de 11 a 14 años de origen italiano, o de la isla de Cerdeña.
El enigma de Arsínoe IV continúa, al igual que el de su hermana. Encontrar la tumba de Cleopatra sería un hito de la arqueología moderna. Llevan años detrás de ella, pero la última Reina de Egipto se resiste a ser encontrada.
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