Para desearle buena suerte a otra persona o atraerla para nosotros mismos, cruzamos los dedos. Es más, incluso si no hacemos este gesto, podemos utilizar la expresión “cruzo los dedos” para desear que todo salga bien. Esto es algo que ha calado en nuestra cultura, en nuestro discurso y en nuestro día a día, pero, ¿de dónde viene? ¿Cuándo fue la primera vez que alguien cruzó los dedos para “atraer” a la buena suerte?
Existen dos teorías distintas sobre el momento en el que se empezaron a cruzar los dedos para atraer la buena suerte, las recoge Mental Floss en un artículo; y es que para hablar de su origen hay que viajar muchos años atrás en el tiempo.
Sin embargo, este gesto está tan implantado en la sociedad, se utiliza en tantos lugares del mundo, que se ha desligado por completo del motivo por el que se empezó a utilizar. Según una de las teorías, el origen sería cristiano y, según la otra, no. A día de hoy, las personas lo utilizan independientemente de sus creencias.
Deseos guardados en el cruce
Para hablar de la primera de las teorías hay que remontarse a la era precristiana. Entonces, el gesto de cruzar los dedos requería a dos personas y era una antigua costumbre pagana. Al cruzar los dedos, pensaban que sus deseos quedarían guardados en el punto en el que sus dedos se cruzaban hasta que finalmente se hicieran realidad.
Sin embargo, con paso del tiempo, este gesto evolucionó y quienes querían pedir un deseo se dieron cuenta de que podían hacerlo ellos mismos sin tener que entrecruzar sus dedos con los de ninguna otra persona. Al principio, lo hacían cruzando sus dedos índices de ambas manos; pero siguió evolucionando hasta adquirir la forma que conocemos hoy en día en la que no necesitamos más que una mano para llevarlo a cabo.
Un “saludo” cristiano
No existe una única teoría sobre el origen del uso de este gesto, sino que hay una segunda que apunta que este proviene de los primeros días del cristianismo, cuando los que practicaban esta religión eran perseguidos por sus creencias; por tanto, se ocultaban.
Desarrollaron este gesto para reconocerse entre cristianos. El cruzar los dedos implicaba formar el ‘icthys’, o símbolo del pez, tocando los pulgares y cruzando los dedos índice de ambas manos
Fue entonces cuando desarrollaron este gesto para reconocerse entre cristianos. El cruzar los dedos implicaba formar el ‘icthys’, o símbolo del pez, tocando los pulgares y cruzando los dedos índice de ambas manos. También, en momentos complicados, hacían este gesto para invocar una bendición o la esperanza de un deseo u oración.
Igual que sucede con la teoría número uno, al principio, cruzaban dedos de diferentes manos e incluso con otras personas; pero el gesto fue evolucionando para que pudiera llevarlo a cabo cualquiera en solitario.
Para desearle buena suerte a otra persona o atraerla para nosotros mismos, cruzamos los dedos. Es más, incluso si no hacemos este gesto, podemos utilizar la expresión “cruzo los dedos” para desear que todo salga bien. Esto es algo que ha calado en nuestra cultura, en nuestro discurso y en nuestro día a día, pero, ¿de dónde viene? ¿Cuándo fue la primera vez que alguien cruzó los dedos para “atraer” a la buena suerte?