“Los quiero volver a ver”. Con estas palabras, llenas de gratitud y esperanza, el señor Luis Saavedra, sobreviviente de la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set, se despidió de los rescatistas de la Defensa Civil Dominicana tras ser sacado con vida de entre los escombros.
Hoy, ese deseo se hizo realidad. El equipo que participó en su rescate, conformado por Chrissalis Abreu, Carlos Mora, Evangelista Rivera y José Vargas, visitó a Saavedra para constatar su estado de salud y brindarle un abrazo lleno de emoción y humanidad.
El señor, que se encuentra estable y en proceso de recuperación, agradeció a Dios y al equipo por darle otra oportunidad de vida.
“Momentos como este nos recuerdan por qué hacemos lo que hacemos. Verlo bien, sonreír, abrazar a su familia; no hay mayor recompensa“, expresó Carlos Mora, técnico de la Defensa Civil que también pudo rescatar a otras personas con vida.
La Defensa Civil Dominicana reiteró su compromiso con el pueblo dominicano, recordando que detrás de cada emergencia hay rostros, historias y corazones que merecen ser protegidos.
Tragedia en Jet Set
Lo que parecía ser una noche de entretenimiento la madrugada del martes 8 de abril, se convirtió en una escena de horror.
El techo de la discoteca Jet Set, ubicada en la avenida Independencia, en el Distrito Nacional, colapsó repentinamente durante un concierto del merenguero Rubby Pérez, quien falleció en la escena.
Cientos de personas quedaron sepultadas entre los escombros, desencadenando la tragedia más grande registrada en la República Dominicana que no está relacionada con un fenómeno natural.
El derrumbe cobró la vida de 231 personas.
La más trágica
Según un registro de eventos catastróficos, la tragedia del Jet Set supera en víctimas mortales al incendio en la cárcel de Higüey en 2005 (136 muertos) y la explosión en la fábrica Vidal Plast en 2023 (38 fallecidos).
También, las recientes inundaciones de noviembre de 2023 (34 muertos), colocándose como la mayor catástrofe civil en la historia del país fuera de un fenómeno natural.
