Desde el año 1.000 en funcionamiento: así es una de las empresas más antiguas del mundo que mantiene viva su tradición

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Una de las compañías más antiguas de la historia sigue en activo tras más de un milenio de tradición artesanal. Su legado ha perdurado a lo largo de generaciones, manteniendo intactos sus métodos de producción. Situada en un pequeño municipio italiano, esta empresa la lleva actualmente la 27.ª generación de los fundadores que comenzaron en la Edad Media, superando, así, todo tipo de crisis y conflictos históricos.

El origen de la Fundición Marinelli se remonta a tiempos medievales, cuando los primeros artesanos empezaron a crear campanas para iglesias y monasterios. La empresa ha logrado sobrevivir a diferentes períodos históricos, incluyendo guerras y crisis económicas, adaptándose sin perder su esencia. En 1924, el Papa Pío XI concedió a la familia el privilegio de reproducir el escudo papal en sus campanas, un reconocimiento a la excelencia de su trabajo.

La 27.ª generación de la empresa en activo más antigua

La empresa artesanal familiar más antigua del mundo se encuentra en la localidad italiana de Agnone, un pequeño municipio en la región de Molise, dentro de la provincia de Isernia. Con una población cercana a los 5.000 habitantes, esta localidad tiene raíces que se remontan a los antiguos samnitas.

La empresa en activo con mayor trayectoria en el mundo continúa con la tradición, preservando un legado que ha pasado de padres a hijos durante más de ocho siglos. Dentro del Museo Histórico de la Campana, se puede encontrar una singular campana de estilo gótico, que, según la tradición, fue creada hace aproximadamente mil años en la ciudad. Existen registros que sugieren que en Agnone se producían campanas de bronce de grandes dimensiones antes del año 1200. Un ejemplo de esta larga tradición es la campana elaborada en 1339 por Nicodemo Marinelli, conocido como “Campanarus”, destinada a una iglesia en la región de Frosinone y con un peso de cerca de dos quintales.

El proceso de fabricación de campanas en la fundición se mantiene fiel a las técnicas ancestrales. Cada pieza es elaborada con una aleación de cobre y estaño, materiales que garantizan su durabilidad y calidad acústica. Además, las campanas son decoradas con inscripciones y bajorrelieves que reflejan la tradición artística de la familia Marinelli. El arte de la fundición de campanas tiene profundas raíces en la historia, y su origen se atribuye a civilizaciones antiguas como la china y la etrusca. Con el paso del tiempo, las campanas se convirtieron en símbolos religiosos y comunitarios, utilizadas tanto en la liturgia cristiana como en eventos civiles.

Más de 1.000 años creando campanas

A lo largo de su historia, la Fundición Marinelli ha recibido importantes distinciones. En 1954, el Presidente de la República Italiana otorgó a la empresa la Medalla de Oro por su trayectoria y fidelidad al trabajo artesanal. En 1999, el Presidente Oscar Luigi Scalfaro inauguró el Museo Histórico de la Campana, dedicado a la figura de Juan Pablo II. Estos reconocimientos han permitido que la fundición siga siendo un referente en la artesanía mundial.

Pero la mayor distinción para la fundición llegó en 1995 con la visita del Papa Juan Pablo II, un evento histórico que reafirmó la importancia de la empresa dentro del ámbito religioso. Además, en su museo se exhiben campanas de gran valor histórico, algunas de ellas datadas en el siglo XIV.

El sonido de una campana elaborada en esta histórica fundición no solo marca las horas o los momentos de oración, sino que también representa la continuidad de una herencia artesanal única en el mundo. Gracias a la dedicación de la familia Marinelli, este conocimiento se mantiene vivo y sigue transmitiéndose a nuevas generaciones, garantizando la perpetuidad de una tradición que ha sobrevivido al paso del tiempo.