Con el rostro marcado por el dolor, familiares de personas desaparecidas en el país han contado sus desgarradoras historias durante una manifestación frente a la Dirección Central de Investigación (DICRIM) de la Policía Nacional, en las que denuncian la falta de respuestas por parte de las autoridades.
Mientras la incertidumbre y la angustia se apoderan de sus vidas, los familiares claman por justicia y exigen que los casos no sean archivados sin una explicación clara.
Altagracia Salomón relató cómo su vida cambió para siempre el 5 de septiembre de 2023, cuando su esposo, Jefferson Gustavo Peña, desapareció en los arrecifes de la avenida Las Américas.
“Mi esposo grabó un video ese día, y desde entonces no sabemos nada de él, pero las autoridades no han hecho nada para esclarecer su paradero”, relató entre lágrimas.
Según Altagracia, su esposo desapareció a solo tres minutos del peaje de Las Américas, pero las autoridades alegaron que las cámaras de seguridad del peaje no funcionaban, precisamente un día antes de su desaparición.
La situación empeoró para ella cuando, en el Palacio de la Policía Nacional, le informaron que el caso de su esposo se cerraría en enero de 2024, sin haberse encontrado ningún rastro o explicación de su desaparición, ni de su celular ni el motor en el que se transportaba cuando desapareció.
“Lo más doloroso es que nos dicen que el caso ya está cerrado, y nosotros seguimos esperando que mi esposo llegue a casa”, expresó Altagracia, visiblemente afectada.
El niño Kendri desapareció
Pero esta historia de dolor no es única. Otro testimonio desgarrador, es el de una madre que narró la desaparición de su hijo, Kendri Alcántara, quien en el momento de su desaparición tenía solo 4 años.
A dos años de su ausencia, la madre no sabe qué ha sido de su pequeño, quien desapareció en el patio de su casa en circunstancias aún no esclarecidas.
“Nadie sabe lo que sufro. Me levanto y me acuesto todos los días sin saber dónde está mi hijo, qué le están haciendo o qué le hicieron. Las autoridades hacen como si no importara, como si fuera un perro que se llevaron”, expresó entre sollozos, mostrando la profunda desesperación que siente.
Otro caso impactante es el de Liz Paulina Lisette Luciano Matos, quien ha tenido que afrontar la desaparición de su madre desde el 16 de junio de 2019. A pesar de las sospechas que recaen sobre un individuo llamado Eduardo de Jesús Martínez, quien había sido señalado en su momento como posible responsable, las autoridades no han logrado avanzar en la investigación.
“Las pruebas que presentamos no fueron contundentes para ellos. Nos dicen que el caso sigue siendo una hipótesis”, explicó Liz Paulina, quien se mostró indignada ante la falta de respuestas.
Lo último que Liz Paulina supo de su madre fue que ella salió a comprar una cena en el sector Villa Corazón de Jesús en Azua, pero nunca regresó. “Solo quiero que se pongan en mi lugar, que sientan el dolor que tenemos nosotros. Todavía estamos esperando que nuestra madre, regrese a casa”, añadió, visiblemente frustrada.
Familiares piden a Luis Abinader prestar atención
Estas historias representan solo una pequeña parte de la realidad que viven miles de familias dominicanas que, año tras año, siguen buscando respuestas y justicia ante la desaparición de sus seres queridos. Para ellas, el silencio y la inacción de las autoridades se sienten como una condena.
Los familiares llaman a que las autoridades de seguridad, encabezadas por el presidente Luis Abinader, se comprometan a reabrir casos, investigar a fondo y brindarles la paz que tanto necesitan. Mientras tanto, las familias seguirán buscando la verdad, esperando que sus seres queridos regresen o que, al menos, se les dé una respuesta digna ante el sufrimiento que atraviesan ante la desaparición de sus parientes.