La fidelidad a un sistema operativo es una elección personal que a menudo define cuál es la experiencia digital que cada uno ha comprobado. En mi caso, después de 12 años con Android, con sus interminables personalizaciones y una amplia variedad de dispositivos, tanto propios como los que he podido probar por mi trabajo, llegó a mis manos un iPhone.
Este cambio, que inicialmente parecía improbable, se convirtió en un hecho en mi vida, desencadenando una serie de reflexiones sobre la naturaleza de mis propias preferencias en móviles y todo generado de la manera más inesperada.
El primer año con un iPhone fue un viaje de descubrimiento, experimentando todo aquello que los muy fans de Apple siempre me habían comentado y que marcaban la diferencia con el sistema de la competencia.
Ahora, al haber llegado este momento, acabo de adquirir otro iPhone, y es el momento de responder a la pregunta que, por otra parte, muchas de las personas de mi alrededor me han hecho: ¿Por qué decidí mantenerme en este camino y continuar de la mano de Apple?
Pues bien, voy a intentar contártelo, sin ningún tipo de afán de convencerte de nada o de ratificar tus creencias en lo que a smartphones se refiere. Pretendo ser totalmente sincero, dentro de mi experiencia y mis necesidades.
¿Por qué me decidí a cambiar?
iPhone por sorpresa
La llegada de un iPhone a mis manos surgió por sorpresa, sin pretenderlo y con un cierto aire de curiosidad, ya que después de muchos años probando móviles, primero en mi propio canal de YouTube y luego en los diferentes puestos que he ocupado en este mundo del periodismo tecnológico, nunca había tenido un terminal de Apple.
Pues bien, recibí un iPhone 14 en color azul por trabajo, por lo que decidí utilizarlo de manera asidua todos los días, sobre todo para acostumbrarme a un sistema operativo que nunca había utilizado.
Siendo sincero, pensé que me iba a costar más englobarme dentro de iOS después de tantos años utilizando Android, un sistema operativo que controlaba casi al milímetro. Pero no fue así, enseguida comprendí cómo funcionaba y me acostumbré con bastante celeridad.
A partir de ahí es cuando comencé a sacarle partido y a “trastearlo” en profundidad, para saber todo lo que me podía ofrecer y hasta donde podía llegar, muchas veces impulsado por los artículos que escribo a diario.
Después de un año, llegó el momento de tener que decidirme a comprar un nuevo smartphone personal, por lo que debía tomar la decisión de si volvía a Android o, por el contrario, seguía teniendo un iPhone en mi mesita por las noches.
La decisión, aunque pudiera parecer que iba a ser complicada y llena de dudas, fue clara y concisa, seguiría con Apple.
Razones para seguir con un iPhone
Una vez que conocéis las circunstancias, es el momento de exponeros los puntos claves por los que he decidido adquirir un nuevo terminal de Apple.
Además, también os voy a contar por qué me decanté por un iPhone 15 Plus.
Ecosistema Apple
La principal razón por la que sigo con un iPhone es todo lo que engloba el ecosistema. El funcionamiento del smartphone me pareció espectacular, pero las facultades que más me llamaban la atención eran aquellas que englobaban todo lo que tenía que ver con la interacción de los diferentes dispositivos de la marca.
En ese primer año he adquirido un Apple Watch, un iPad, unos AirPods Pro 2 y un Mac Mini, siempre esperando a ofertas interesantes para no gastarme una gran cantidad de dinero, ya que los productos Apple no son precisamente baratos.
A partir de dichas adquisiciones, la diferencia fue esencial. Cuando puedes interactuar con el ecosistema, te das cuenta de que es lo más valioso que tienen los productos de los Cupertino.
No hay fallos en la interacción entre ellos, todo lo que tienes en uno pasa automáticamente al otro, se pueden compartir pantallas con un funcionamiento exquisito y el sistema AirDrop es el mejor para compartir archivos de manera inalámbrica que he probado.
Sistema operativo
También he de ser sincero que iOS me ha cautivado. Es decir, Android funciona muy bien, pero la verdad es que el sistema operativo de Apple tiene dos ventajas que me parecen claves.
Es un sistema para sus teléfonos, algo que Android debe compartir con muchísimas marcas y al final, existen capas de personalización que estropean la experiencia de uso, algo que no ocurre en el iPhone.
La otra ventaja es que muchas de las opciones que en Android dependen de aplicaciones, en iOS, vienen en el sistema y, por lo tanto, su funcionamiento es mejor o al menos es más estable a la larga.
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Actualizaciones
Para mi decisión también fue fundamental la política de actualizaciones de Apple. El hecho de poder tener de 5 a 7 años de soporte en un terminal, es algo que, en la actualidad, no te ofrece Android, al en menos en general.
Esto significa que los usuarios pueden disfrutar de nuevas funciones y mejoras durante mucho tiempo. Es algo que dejan claro las estadísticas, las cuales marcan en 3-4 años como el momento en el que la mayoría de los usuarios de iPhone se compran otro.
Otros detalles
A partir de ahí, existen otros detalles que contribuyeron también a mi decisión de continuar con un Apple, como por ejemplo, la calidad de las fotografías, pero sobre todo el vídeo, algo que para mí es relevante en un smartphone.
La calidad de video de los iPhone 14 y iPhone 15, sobre todo en lo referente a la estabilización, está por encima de cualquier Android actual.
El sonido, otra de las facetas que más miro en un smartphone, es otro de los detalles que más me han gustado, ya que está a la altura de aquellos desaparecidos HTC One M8 y M9, donde el audio era espectacular, y que tantas alegrías me dieron en su momento (siempre fui muy de HTC).
Sinceramente, la primera vez que escuché los altavoces del iPhone me sorprendieron muy gratamente, recordándome los tiempos en que tenía los HTC.
Otra de las facetas que más me ha gustado es el Face ID, por su rapidez y por su estupenda integración en iOS. Personalmente, me parece más funcional que el sensor de huellas y muy por encima de muchos sensores faciales de Android.
Business Insider
¿Por qué un iPhone 15 Plus?
Continuando con la sinceridad con la que he querido tratar este artículo para que sepas exactamente que es lo que ha hecho quedarme en Apple, sí que tengo que decir que la oferta por la que adquirí el iPhone 15 Plus tuvo mucho que ver, ya que pude comprarlo por un poco menos de 800 euros.
Con ese precio no me parecía que los más de 500 euros de diferencia con respecto al iPhone 15 Pro Max estuvieran justificados, teniendo en cuenta que quería uno de los dos modelos con 6,7 pulgadas, porque las 6,1 pulgadas del iPhone 14, no se ajustaban exactamente mis gustos (teléfonos grandes).
Por lo demás, pese a que la cámara, pantalla con los 120 Hz, el USB 3 o el procesador del iPhone 15 Pro Max es mejor, no me parecían argumentos suficientes como para gastarme muchos más euros y por eso adquirí el iPhone 15 Plus, terminal con el que estoy encantado, todo sea dicho de paso.
Ahora ya conoces porque, después de un año inmerso en el universo iPhone, tomé la decisión de continuar con Apple, pese a mis años con Android.
Al adquirir otro iPhone, consolido mi compromiso con una tecnología que no solo satisface mis necesidades, sino que también redefine la forma en que interactúo con todos los dispositivos del ecosistema.
Aun así, el viaje tecnológico es muy largo, y no descarto volver a Android si alguna vez el sistema operativo de Google me llega a satisfacer en todo lo que es importante para mí. De momento mi elección es Apple, al menos durante unos años más.
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Etiquetas: iPhone
